Más de 5.000 personas han asistido al acto institucional del parque de la Ciutadella de Barcelona con motivo de la Diada Nacional de Catalunya, en la que se ha reivindicado la inmersión lingüística, mientras que el president Artur Mas ha dicho que ya ve en marcha «la transición nacional catalana». Antes partidos y entidades han celebrado la tradicional ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova.
A la ofrenda no han asistido ni PP ni Ciutadans y, por contra, sí lo ha hecho por primera vez la xenófoba Plataforma per Catalunya. Mientras, en Badalona se ha desarrollado la Diada más polémica tras la decisión del alcalde, Xavier García Albiol (PP), de anular algunos actos institucionales después de que la oposición avanzase que no asistiría en protesta por la decisión del alcalde de no retirar la bandera española del consistorio por la Diada. Albiol ha sido abucheado en su paseo por el centro de la ciudad.
Mas, por primera vez
El acto más multitudinario se ha celebrado en la Ciutadella. Desde la tribuna de autoridades han presidido el acto Artur Mas y la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert. Para ambos ha sido su primera Diada como presidentes.
Esta vez, la Diada venía muy marcada por la polémica generada por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de cuestionar el modelo de inmersión lingüística. Precisamente la inmersión ha sido un tema que el escritor Màrius Serra no ha querido pasar por alto: «Necesitamos más inmersión lingüística que nunca para tener un futuro», ha declamado Serra para terminar con un anagrama, pronunciando la palabra «català» del revés: «Català, a l'atac» (Catalán, al ataque).
En una ronda de declaraciones de los líderes catalanes, el presidente de la Generalitat ha dicho que su anunciada «transición nacional catalana» hacia mayores cotas de soberanía está en marcha, acelerada gracias a los «ataques» a la lengua y el autogobierno.