La Justicia lusa puso ayer en evidencia el mortífero arsenal, con tonelada y media de sustancias explosivas, que la organización terrorista ETA guardaba en Portugal para cometer atentados en España.
El juicio a Andoni Zengotitabengoa, sospechoso de almacenarlas, celebró ayer su tercera sesión, tras un paréntesis de dos semanas, en la que varios peritos y policías portugueses dieron detalles sobre los explosivos hallados en la casa que el acusado alquiló en la localidad lusa de Obidos.
Entre los 1.400 kilos de explosivos que ETA ocultaba en Portugal había decenas de artefactos listos para detonar, según el informe de los fiscales y los testimonios prestados ayer en el tribunal de Caldas de Rainha.
En la sesión de ayer salieron a la luz, relatados por policías y peritos, detalles clave sobre Zengotitabengoa y su cómplice, Oier Gómez Mielgo, como su fuga, las circunstancias del hallazgo de los explosivos y el mortal inventario que albergaba su chalet de alquiler.
El juicio, que tras las sesiones celebradas el 13 y 14 de septiembre debe concluir hoy, se realiza bajo fuertes medidas de seguridad en el tribunal de Caldas de Rainha, a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa y muy cercana a Obidos.
En total han declarado ya alrededor de cuarenta testigos, todos convocados por la Fiscalía.