El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha reconocido hoy que no se cumplirá la previsión del Gobierno de que la economía española crezca el 1,3 % este año y ha destacado que lo más lógico, en un entorno de incertidumbre mundial, es que se registre un crecimiento próximo al 0,8 %.
En conferencia de prensa, Campa ha opinado así tras conocer que la economía española se estancó en el tercer trimestre debido al ajuste en el gasto de las administraciones públicas, que cayó el 1,1 % respecto al trimestre precedente, así como por una mayor contracción de la inversión en el sector de la construcción, que descendió el 1,9 %.
El 0,8 % anunciado hoy por Campa está más en consonancia con la Comisión Europea, que la semana pasada rebajó al 0,7 % la previsión de crecimiento económico para España en 2011 y 2012, lo que supuso una décima menos de lo previsto para este año (0,8 %) y ocho décimas menos de lo pronosticado para el próximo (1,5 %).
Campa ha incidido en que el crecimiento «débil» de la economía española está impidiendo la consolidación de la actividad y de la creación de empleo.
El secretario de Estado ha subrayado el mantenimiento del sector exterior como pilar del crecimiento de la economía, al aportar dos puntos porcentuales al PIB, frente a la aportación negativa de la demanda nacional, si bien algo más reducida que hasta julio, 1,2 puntos ahora y 1,7 en el trimestre anterior.
Asimismo, ha resaltado la fortaleza del sector exterior, con un aumento del 8,1 % interanual de las exportaciones y una subida del 0,8 % de las importaciones, tras el parón del segundo trimestre.
También ha incidido en que la economía española ha registrado un superávit comercial trimestral (el valor de las exportaciones superó al de las importaciones) por un importe de 2.630 millones.
Campa ha destacado la senda de ajuste en el consumo de las administraciones públicas, que se contrajo el 2,3 %, y ha subrayado que el INE ha revisado a la baja ese consumo en el primer trimestre del año, que finalmente fue del 0,4 %, casi una tercera parte de lo previsto.
En cuanto al empleo, ha asegurado que los datos conocidos hoy implican que las empresas no están contratando trabajadores y prefieren que hagan más horas los que ya pertenecen a la compañía, al crecer la productividad por trabajador ocho décimas, al 2,7 %.
Campa ha dicho que el proceso de ajuste de consolidación fiscal diseñado por el Gobierno va en la dirección adecuada, como lo muestra la menor contribución negativa de la construcción y el ajuste del gasto público.
Sobre el objetivo «prioritario e incondicional» del 6 % para el cierre del año, ha afirmado que la administración central cumplirá su parte y que el resto deberá asumir sus responsabilidades.
Campa también se ha referido a su labor en Economía, «muy intensa», y ha dicho que son más peligrosas las decisiones que no se han tomado y que deberían haberse llevado a cabo, que las tomadas y que no tendrían que haber sido asumidas.
A este respecto, ha confesado que seguro que se arrepentirá de las dos posibilidades.