Tanto el hotel Madrid como el Teatro Albéniz se habían convertido en el centro de las reivindicaciones de los 'indignados', que en los últimos meses han orientado su lucha a frenar los desahucios. Ayer, cientos de agentes pusieron fin a la ocupación de estos edificios con un dispositivo policial que se ha desarrolló sin incidentes.
El desalojo terminó con un balance de diez detenidos, nueve de ellos por una infracción de la Ley de Extranjería. El décimo fue arrestado tras ser identificado como el propietario de ocho plantas de marihuana escondidas durante estos 50 días de ocupación en el Teatro Albéniz. La policía también encontró en ambos inmuebles numerosas armas blancas.
Servicios de limpieza
El operativo comenzaba en torno a las 7.15 de la mañana, cuando varios furgones de policía cercaron la madrileña calle de Carretas, muy cercana al Kilómetro cero de la capital. El cordón policial se mantuvo durante horas, permitiendo el paso únicamente a los residentes y a los comerciantes de la zona. Durante ese tiempo, miembros del Servicio de Limpieza Urgente del Ayuntamiento de Madrid (Selur) se dedicaron a retirar pancartas y a limpiar la zona.
Entre unos y otros, en el momento del desalojo sumaban unas 80 personas, de las cuales una gran mayoría carecía de identificación. Ahora, deberán enfrentarse a un delito de usurpación de bienes inmuebles.
Pese a ello, los desalojados mantienen la idea de reconquistar ambos edificios en cuanto sea posible. Según explicaron, el esfuerzo de los policías ha sido «inútil» y volverán a instalarse en los edificios «en cuestión de horas». «Esto no va a quedar así», advertían.
Tras el despliegue policial, varios obreros acudieron al lugar de los hechos para tapiar la entrada de los edificios y evitar así que sean realojados.