El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha admitido hoy que España entrará el próximo año en recesión -aunque no ha empleado esta palabra-, al confirmar un decrecimiento de dos o tres décimas en el cuarto trimestre de 2011 y una tasa también negativa en el primero de 2012.
Así lo ha manifestado a los periodistas tras la toma de posesión de altos cargos de su Ministerio, puesto que durante su intervención en el acto ha sido menos contundente, ya que ha hablado de que "seguramente" la economía española en el cuarto trimestre tendría "una recaída, con una tasa de crecimiento negativa".
El hecho de que se produzcan dos trimestres de decrecimiento consecutivo significa la entrada en recesión, lo que supondría volver a una situación que no se daba desde 2009.
De Guindos ha destacado que este dato negativo "determinará que el perfil del año próximo será relativamente desacelerado".
A su juicio, estos dos trimestres "no serán sencillos para el crecimiento ni para el empleo".
El anuncio de De Guindos coincide con lo que ya han avanzado anteriormente algunos de los principales organismos y analistas.
Así, hace un par de semanas, el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, afirmó que todos los indicadores disponibles apuntaban a una contracción del PIB en el cuarto trimestre del año.
Malo de Molina recordó que el debilitamiento de la demanda exterior neta y el necesario ajuste de la demanda interna se sumaban a la inestabilidad de la zona euro.
Además, el BBVA advirtió en su último informe de que la economía española podía caer en una nueva recesión dado que habían aumentado "considerablemente" los factores de riesgo, si bien mantenía el crecimiento del PIB en el 0,8 % para este año y en el 1 % para el 2012.
Asimismo, alertaba de que cada vez había menos tiempo para implementar correctamente las políticas aprobadas en las últimas cumbres europeas y para alcanzar los objetivos de ajuste en España y aseguraba que, tras el estancamiento de la economía en el tercer trimestre, el PIB podría decrecer en el cuarto.
A pesar de estas previsiones, la entonces vicepresidenta económica del Ejecutivo, Elena Salgado, declaró que el Gobierno manejaba indicadores más positivos que los que tenían otros analistas.
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha considerado hoy que "no hay alternativas" a una política económica centrada en la reducción del déficit público al 4,4 % del PIB en 2012, a pesar de que ese recorte será la causa principal de la caída de la economía y el empleo previstos para el próximo año.
En el último número de los Cuadernos de información económica de Funcas, los analistas Ángel Laborda y María Jesús Fernández advierten del "fuerte impacto restrictivo" que los recortes de gasto público tiene sobre el crecimiento de la demanda nacional.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado, por su parte, que el Ejecutivo esperará a diseñar su cuadro macroeconómico a que la Comisión Europea publique sus previsiones el próximo mes.