Galicia ha dado su último adiós de manera oficial a quien fue su presidente durante casi 16 años, en un funeral en la catedral de Santiago con un posterior acto en la Praza del Obradoiro, escenario de las tomas posesión que se sucedieron durante sus cuatro mandatos.
Esta mañana, al igual que en aquellas ocasiones solemnes, los gaiteiros volvieron a tocar en la emblemática plaza, esta vez para despedir con el himno gallego al dirigente popular, que falleció el pasado domingo, y al que el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha definido como un hombre "de bien" y para el que ha pedido la "misericordia" de Cristo con su historia y su persona.
Desde los primeros bancos de la catedral, asistieron a este funeral institucional organizado por la Xunta y retransmitido en directo por TVG, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con su mujer, Elvira Fernández, y acompañado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, así como los familiares de Fraga.
En el exterior, unos cientos de personas siguieron la ceremonia por la pantalla gigante habilitada para la ocasión, a los que se sumaron después las que asistieron a la ceremonia en la catedral para el acto final, en el que la organización habla de una asistencia total de unas cinco mil personas.
Entre ellos, unos doscientos gaiteiros, de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense y de la Diputación de Pontevedra, que realizaron una versión cantada del himno gallego después de la emisión de unas fotos de Fraga en la pantalla.
Pocas imágenes en blanco y negro hubo en este vídeo "In memoriam 1922-2012", entre ellas las del baño de Fraga en Palomares o una con bombín, de su época de embajador en Londres.
También se vieron fotografías del expresidente gallego con el Papa, el rey y el príncipe Felipe y varios mandatarios extranjeros, como Fidel Castro, así como el que fue jefe de la oposición durante su último mandato, Xosé Manuel Beiras, y con el actual presidente de la Xunta.
La imagen del abrazo entre Feijóo y Fraga cerró este vídeo, visto por los representantes políticos, autoridades y familiares desde un escenario situado en un lado de la plaza.
Además de Rajoy, de los ministros de Defensa, Alberto Ruiz- Gallardón, de Sanidad, Ana Mato, y de Fomento, Ana Pastor y todos los conselleiros del Gobierno gallego, asistieron los tres expresidentes de la Xunta, Fernando González Laxe, Gerardo Fernández Albor y Emilio Pérez Touriño.
También acudió a este funeral una nutrida representación del PP, como su secretario de Comunicación, Esteban González Pons, el candidato del partido a la Presidencia de Andalucía, Javier Arenas, el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Entre los asistentes estuvieron, además, el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, o el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez.
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha destacado, en la homilía del funeral, que Fraga era "una persona de bien" para la que la conciencia "era algo sagrado".
Además, ha enviado al expresidente gallego el "agradecimiento, afecto, estima y oración" de todos los presentes y ha invocado la misericordia de Dios para que sea "compasivo" sobre su historia y su persona.
Barrio ha afirmado que Fraga "supo mirar lejos, con amplitud y profundidad" y también apuntó que fue un hombre que nunca olvidó sus raíces, así como que "no ocultó nunca su fe" y "amó profundamente a Galicia" mientras defendía "los grandes valores de la civilización occidental de Europa".
Para el arzobispo compostelano, Fraga "se le murió" no solo a su familia, sino también a toda Galicia y toda España.