El Congreso aprobó ayer el techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado, en un debate marcado por el ajuste extraordinario de 5.000 millones pactado con Bruselas y que el Gobierno anunció que asumirá en su totalidad. Así lo explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien durante su intervención subrayó que este recorte se basará en una reducción del gasto, renunciando a proyectos, y en una subida de impuestos que no sea «inequitativa e injusta».
Después del debate, Montoro indicó que estos compromisos se traducirán tanto en el ámbito de gastos como en el de ingresos, excluyendo la subida de impuestos de carácter indirecto. El ministro aseguró que el Gobierno se opone a una elevación de tributos que prolonguen y agudicen la crisis y que además lleven a mayor «inequidad».
Críticas
Curiosamente, el objetivo de déficit que fue aprobado ayer es el que fijó inicialmente el Gobierno del 5,8% y no el 5,3% que propuso el lunes Bruselas, lo cual recibió críticas de los grupos parlamentarios. Así, tras el debate, la diputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero señaló que se ha conocido «la gran chapuza legislativa del Gobierno» al haber traído al Congreso un objetivo de déficit que no estaba pactado con Bruselas.
Además, aseguró que «no se debe consentir» que no haya un nuevo acuerdo del Consejo de Ministros que recoja el objetivo del 5,3% del PIB, ya que el actual texto aún refleja el 5,8%. Durante su intervención, Montoro incidió en que el hecho de que el Estado asuma el ajuste extra no significa dar mayor flexibilidad a las administraciones territoriales.
El diputado de CiU Josep Sánchez Llibre calificó la posición de su grupo en la votación del techo de gasto de «abstención constructiva» y valoró que el recorte adicional de cinco décimas del déficit corra a cargo del Estado, «que es el que puede hacer un esfuerzo más importante».