A partir del próximo curso académico las tasas de los estudios de grado en la UIB costarán una media de un 7% más, de forma que si ahora el alumno paga de media el 18% (unos 700 euros) del coste del mismo, ahora subirá hasta el 25%. En los másters la tasa subirá hasta el 50% del coste, cuando ahora ronda el 45% (cerca de 1.500 euros). Esta fue una de las decisiones anunciadas ayer por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en la Conferencia General de Política Universitaria en la que participó el director general d´Universitats del Govern, Miquel Deyá.
No obstante, el director general explicó que el Ministerio elaborará un informe jurídico para determinar si las comunidades podrán elegir si esta subida de tasas se aplica a todos los alumnos o sólo a los que se matriculen en el primer curso. Entre los másters se quedan fuera de la subida los que habilitan para la profesión (como el CAP), que no tendrán que cubrir el 50% y que en la UIB mantendrán los precios que tienen, dijo.
Todas estas medidas, aseguró, «irán ligadas a una potenciación de las becas, pues la idea es que parte de lo que recauden las universidades de más por el aumento de las tasas se destine a ayudas, pero eso lo deberemos negociar ahora con la UIB».
Deyá reconoció haber salido «muy contento» de la reunión pues «la propuesta del Ministerio coincide bastante con la que nosotros habíamos previsto».
Junto al aumento de tasas otra de las medidas encaminadas al ahorro es que los profesores con menos horas de investigación darán menos horas de clase y, por tanto, darán más los que menos investiguen. En este sentido, Deyá concretó que «un profesor que no investiga nada podrá dar hasta 4 horas más de clase a la semana, pero eso serán pocos, la media estará entre 1 y 3 horas más». Aunque aclaró que esta medida ya se aplica en la práctica en la UIB.
Sobre la subida de tasas la rectora de la UIB, Montserrat Casas, declaró que «la puedo entender, siempre que vaya acompañada de una política de becas adecuada».
Suprimir estudios
En referencia a la supresión de estudios con escasa demanda el ministro instó a las comunidades a abordar el tema en cada una de ellas, a lo que Deyá apuntó que «espero que entre la UIB, el Consell Social y el Govern abramos una reflexión sobre los estudios que tenemos y las necesidades de la Comunitat». Ante ello, Casas advirtió que de imponerse un mínimo de alumnos -se ha hablado de 50- «implicaría tener que cerrar las sedes universitarias de Menorca y Eivissa».
De cara al próximo curso la UIB no tiene previsto reducir másters, pero sí la cantidad de asignaturas optativas que ofertan.