La banda terrorista ETA pidió al Vaticano a principios de 2011 enviar a su nunciatura en Madrid a varios de sus miembros para concordar con la Iglesia el anuncio del fin de su actividad armada, pero el cardenal Tarcisio Bertone lo rechazó, tras hablar con el obispo de San Sebastián.
Así se asegura en el libro Sua Santità , del periodista Gianluigi Nuzzi, puesto a la venta ayer en Italia, que recoge documentos reservados y cartas confidenciales al papa Benedicto XVI y a su secretario particular filtrados, según señala, desde el Vaticano y que ha puesto de nuevo en la picota a la Curia romana.
Considerada ya por los observadores vaticanos como la mayor filtración de informes reservados de la Santa Sede, entre los mismos hay documentos de la Secretaría de Estado y de su titular, el cardenal Tarcisio Bertone, referentes al cese definitivo de la actividad armada anunciado por ETA.
Nuzzi afirma que nueve meses antes del 20 de octubre de 2011, cuando ETA anunció ese cese después de más de medio siglo de historia y de matar a 858 personas, los obispos vascos y la nunciatura en Madrid estaban ya «en plena ebullición».
El autor, que incluye fotocopias de los documentos filtrados, asegura que el 3 de enero de 2011 el cardenal Bertone envió a la nunciatura de Madrid un cable criptado señalando que ETA solicitaba que algunos de sus miembros acudieran a la nunciatura para concordar el mensaje de anuncio de una tregua unilateral, permanente y verificable internacionalmente.
El cable lleva el número 263 y en el mismo Bertone indica: «Considerando cuanto ha referido monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, se determina con vuestra eminencia (el nuncio en Madrid, arzobispo Renzo Frattini) la inoportunidad de ese encuentro».