El Gobierno ha expresado su «respeto institucional» por la decisión del presidente de Catalunya, Artur Mas, de adelantar las elecciones catalanas al 25 de noviembre, y ha alertado de las consecuencias que pueden traer generar inestabilidad. El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha conocido la noticia de ese adelanto electoral mientras asistía en Nueva York a las sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Rajoy no ha hecho ninguna declaración pública al respecto, pero fuentes del Ejecutivo han insistido en que ante la decisión de Mas sólo cabe expresar el «respeto institucional».
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha hecho un llamamiento a la reflexión y ha señalado que el planteamiento de CiU «son ganas de distraer y distraerse» que generan una «tremenda inestabilidad».
En una entrevista en la Cadena Ser, Sáenz de Santamaría, tras señalar que el Gobierno de Mariano Rajoy dará una respuesta «firme y serena» porque son asuntos que competen al conjunto de los españoles, la vicepresidenta ha subrayado que ahora la prioridad es «cómo crear empleo, cómo salir del agujero y cómo se crea riqueza».
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha señalado que en el caso de Catalunya no es que no se agote el mandato, es que se convocan elecciones a la mitad de la legislatura: «Creo que quien tiene que explicarlo es quien lo hace y me imagino que a partir de esa explicación los electores sacarán sus propias consecuencias».
La ministra de Fomento, Ana Pastor ha dicho que es un momento en el que debe prevalecer el interés general sobre el particular y en el que todos deben «mirar por el futuro de España».