Varios miles de personas han participado en las principales ciudades de España en una manifestación-cacerolada para expresar el rechazo a los recortes y al pago de una deuda pública que los ciudadanos «no han creado» y que consideran por ello «ilegítima», porque sólo beneficia al poder financiero. En Madrid, miles de personas han asistido a esta protesta, convocada con el lema «No debemos, no pagamos, de nosotros depende», que está enmarcada en la campaña mundial «Global Noise-Ruido Global» contra las desigualdades y la opresión de «un sistema injusto que pone al capital por delante de las personas».
El acto, que se ha desarrollado entre la Plaza de Emilio Castelar y la Puerta del Sol y que ha contado con muchos representantes del Movimiento 15-M. En otras ciudades españolas también ha habido concentraciones, como en Barcelona, donde unas 1.500 personas, según la Guardia Urbana, se han reunido en la plaza Catalunya para inflar tres globos gigantes que simulaban tres bombas con las inscripciones «deuda», «mecanismo de estabilidad europeo» y «movimiento 13-0». También ha habido manifestaciones en Vigo, Toledo, Santander, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Murcia, Alicante y Valladolid.