El expresidente del Gobierno José María Aznar ha asegurado hoy que España «no se va a romper» y ha advertido de que eso sólo podría pasar «si Cataluña sufriera antes su propia ruptura como sociedad, como cultura y como tradición».
Aznar ha hecho una encendida defensa de la unidad de España en su intervención en la entrega del premio FAES a la Libertad al escritor Mario Vargas Llosa, un acto al que ha asistido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El expresidente ha reprochado a los nacionalistas su «deslealtad» con el pacto constitucional y ha advertido, ante los planteamientos soberanistas en Cataluña, de que «romper con la Constitución es, para quien lo haga, la puerta de salida de Europa».
«Nacionalismo y europeísmo son conceptos opuestos» para el presidente de la fundación FAES, quien también ha considerado que el problema del nacionalismo no es sólo con España ni con la Constitución, sino que lo es con el Estado de Derecho, con la sociedad abierta, la diversidad y la globalización.
Aznar ha insistido en que «Cataluña no puede permanecer unida si no permanece española», antes de recalcar que quien piense que en los planteamientos soberanistas catalanes sólo está en juego la unidad de España «se equivoca, porque está en juego la integridad de Cataluña».
Y dado que el nacionalismo «ha dejado claro» lo que se puede esperar de él, Aznar ha apostado por una reforma del modelo de Estado que lo haga «más ordenado, más eficiente y más justo».
Dicha reforma, ha señalado, debería reafirmar los principios constitucionales y de «libertad de todos frente a los chantajes, las imposiciones y las maniobras de exclusión», garantizar la solidaridad entre todos los territorios y reforzar los fundamentos de «una España que no renuncia a sí misma».
Además ha señalado que cualquier propuesta que pretenda «sustituir» derechos ciudadanos por derechos territoriales es «lisa y llanamente incompatible con la soberanía nacional».
También ha desechado otras opciones, al decir que cualquier fórmula federal, confederal o del tipo que sea, o que pretenda o requiera la quiebra de la soberanía nacional, es inviable.
Aznar ha acusado a los nacionalistas de «falsificar la historia», y ha considerado que lo mínimo que se podía esperar de ellos, a cambio del pacto histórico que hubo en la Transición, era lealtad al consenso.
Sin embargo, ha lamentado, se está obteniendo «deslealtad con la democracia y con la ley».
Aunque no lo ha citado explícitamente, Aznar ha dirigido sus más duros reproches hacia el presidente catalán, Artur Mas, y su gobierno, al lamentar que se «amenace» al Estado con internacionalizar «un supuesto conflicto» o se trate de chantajear con el uso de «un cuerpo armado autonómico en un proyecto secesionista».
«Y todo esto lo hacen quienes exigen ser reconocidos como moderados», ha lamentado el exjefe del Ejecutivo, quien también ha lanzado un mensaje al presidente del Gobierno.
Así, en presencia de Rajoy, Aznar ha subrayado que el proyecto político «nacional y democrático» que él siempre ha defendido es «inequívocamente mayoritario» y ahora además es «de Gobierno».
Por eso ha pedido que dicho proyecto se proteja y que se garantice la integridad de los principios constitucionales.
«No podemos hacer dejación de España; debemos creer en España más de lo que nadie puede descreer en ella», ha dicho el expresidente del Gobierno ante los invitados y el premiado Vargas Llosa, quien también ha hecho un duro discurso criticando el nacionalismo.
El acto de FAES ha congregado a numerosos dirigentes populares, entre ellos los presidentes de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y la Comunidad de Madrid, Ignacio González, los exministros del Gobierno de Aznar Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre.
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza y la mujer del concejal del PP asesinado por ETA Gregorio Ordóñez, Ana Iríbar, también han estado entre los invitados a este acto en el que Aznar también ha hecho una breve mención a las víctimas