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La OCDE reclama a España despidos más baratos y De Guindos niega que se vayan a tomar más medidas

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Ángel Gurría. | Efe

| Madrid |

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha recomendado hoy a España indemnizaciones más bajas para el despido improcedente, un contrato único con compensación por despido creciente, la eliminación de la jubilación parcial y más control sobre el cobro del paro.

En su último informe económico sobre España, la OCDE señala que la reforma laboral ha sido un «paso sustancial» en la dirección correcta, aunque apunta a la persistencia de desequilibrios como la brecha entre los empleados temporales y los indefinidos.

En esta línea, destaca que la indemnización de 33 días por año trabajado fijada para los despidos improcedentes debería reducirse más, ya que sigue siendo alta en comparación con otros países.

Como solución para salvar la dualidad del mercado, propone avanzar hacia un contrato único con indemnizaciones por despido que vayan creciendo conforme al tiempo trabajado.

En materia de flexibilidad, la OCDE ve positivo que se haya potenciado el convenio de empresa y recortado el periodo de ultraactividad (prorroga automática de un convenio expirado) a un año.

No obstante, subraya que la negociación colectiva sigue siendo rígida y recomienda la supresión de la ultraactividad en los convenios sectoriales y que las empresas puedan participar en las negociaciones salariales sectoriales.

Preocupación

Asimismo, la OCDE muestra su preocupación por las altas tasas de desempleo juvenil y reclama una actuación inmediata con políticas activas dirigidas a los jóvenes más castigados por la crisis, los que tienen menor formación.

Al respecto, considera importante dar un impulso a las políticas activas de empleo a nivel regional y emplaza al Gobierno a corregir las altas tasas de abandono escolar a edades tempranas, para lo que sugiere que se facilite avanzar de curso reduciendo las competencias mínimas exigibles.

También recomienda profundizar en el sistema de formación dual que permita a los jóvenes adquirir experiencia profesional mientras se están formando, así como periodos más extensos para los contratos de formación.

De las bonificaciones a la contratación dice que deben ser un instrumento temporal para ayudar únicamente en momentos de actividad económica débil y sólo para jóvenes o colectivos especialmente desfavorecidos.

En lo que se refiere a la protección por desempleo, reclama controles más efectivos para que los parados que reciben la prestación busquen empleo de forma activa.

Respecto a las pensiones, la OCDE reconoce que la reforma de 2011 ha amortiguado el aumento previsto en el gasto asociado al envejecimiento de la población, al elevar a 67 años la edad legal de jubilación, a 37 años el periodo de cotización para cobrar la pensión completa y a 25 años el periodo para calcular la pensión.

Sin embargo, cree que hay que profundizar en ella y propone eliminar cuanto antes la modalidad de jubilación parcial por el alto coste que conlleva para el sistema.

El organismo cree que se podría ahorrar en las pensiones de viudedad a futuro, dada la alta participación de las mujeres más jóvenes en el mercado de trabajo, de tal forma que la prestación se concentre en los casos de necesidad.

Considera que no están suficientemente reconocidas las carreras de cotización más largas ni adecuadamente incentivada la prolongación de la vida laboral, por lo que aboga por requerir más años de cotización para obtener la pensión completa 37 y toda la historia laboral para calcular el importe de la pensión.

Por otra parte, la OCDE achaca el escaso crecimiento de la productividad a la «molesta» regulación de las relaciones laborales, a los altos costes administrativos para crear una empresa y a las barreras para ejercer servicios profesionales, entre otras cosas.

Además subraya la necesidad de que se acometan políticas que aseguren un uso eficiente y sostenible de los recursos naturales, y en particular del agua, «recurso escaso y usado de forma intensiva», razón por la que recomienda mayores subidas de precios que reflejen más adecuadamente su coste.

De Guindos niega que se vayan a tomar más medidas

Tras conocerse la petición de la OCDE, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que el Gobierno analizará «con extremado cuidado» el informe, aunque ha asegurado que el Ejecutivo no tiene pensado tomar más medidas.

«El Gobierno ha tomado las decisiones que ha tomado y no piensa tomar ninguna más al respecto», ha señalado De Guindos en una rueda de prensa con el secretario general de la OCDE , Angel Gurría, donde también ha asegurado que el Ejecutivo ha puesto de su parte todo lo que tenía que poner para hacer frente al ajuste.

Aún así, ha indicado que el Gobierno mirará «con mucha atención» las recomendaciones, como hace con otros organismos, y ha recordado que muchas de las reformas que ha planteado España van en «la misma dirección» que estas sugerencias. «Pero no siempre tienen que coincidir al milímetro», ha añadido.

En cualquier caso, ha resaltado la importancia de la agenda de reformas del Ejecutivo, que se basa en cuatro ejes: la reforma financiera, la laboral, la del mercado de bienes y servicios y la consolidación fiscal. Además, se ha mostrado convencido de que, a partir de la corrección de esos desequilibrios, España volverá a crecer y crear empleo.

Sin embargo, ha resaltado también la necesidad de «disipar todas las dudas» sobre el futuro del euro y, en este sentido, ha considerado «muy importante» la señal que enviaron el martes los países de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) al alcanzar un acuerdo ara desbloquear la ayuda a Grecia.

Para España, según De Guindos, la combinación de políticas domésticas con otras destinadas a sustentar y afirmar la irreversibilidad del euro harán, en última instancia, que la recuperación económica llegue «antes que después».

Repaso a las reformas

El titular de la cartera de Economía ha repasado la política del Gobierno de la que ha sido «testigo» de primera mano, y ha asegurado que se ha centrado en intentar recuperar el crecimiento y el empleo al tiempo que se hacía frente a un problema fundamental: el déficit de credibilidad del país.

En concreto, se ha referido a alguna de las reformas, como la financiera que, después de que ayer la Comisión Europea aprobara los planes de las entidades nacionalizadas, dará lugar a la primera inyección de recursos al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por parte del MEDE.

A partir de ahí, según De Guinidos, se podrán iniciar las inyecciones de capital y, por tanto, avanzar en el proceso de reestrcuturación financiera que dará lugar a un sistema «con muchísima luz, claridad y transparencia» en los balances de las entidades, el paso inicial para recuperar la confianza,

Según el ministro, la reforma del sistema financiero es un «proceso importante» que permitirá que en los próximos meses o trimestre el sector esté en disposición de facilitar el crecimiento del sector real de la economía, que es la última finalidad de las reformas del Ejecutivo.

EFECTOS DE LA REFORMA LABORAL

Sobre la reforma laboral, De Guindos ha dicho que ya está produciendo un efecto en los costes laborales unitarios, tal y como reconoce la propia OCDE en su informe, y ha resaltado el valor de los cambios en la negociación colectiva, que suponne un «paso importantísimo» para que los ajustes se realicen utilizando la flexibilidad de las empresas y no el despido.

Finalmente, De Guindos se ha referido a la reforma del mercado de bienes y servicios, con cambios en el mercado de la vivienda, el alquiler o los horarios comerciales, entre otras cosas, y ha resaltado la importancia de seguir con la consolidación fiscal para poner a las finanzas públicas en una situación «completamente distinta».

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