La gran velocidad a la que muta el virus del sida es la principal barrera que tienen los científicos a la hora de dar con una vacuna preventiva del VIH, que no llegará antes de cinco años, dice el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y del Sida del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Gatell.
Gatell, que ha concedido una entrevista con motivo del IV Congreso Nacional del Grupo de Estudio del Sida (GeSida) celebrado en Toledo, considera que al menos hasta dentro de cinco años no se logrará un remedio para esta enfermedad.
Tratamiento
El sida es la única enfermedad de las infecciosas que ha de tratarse toda la vida.
Así, del mismo modo que la vacuna de la gripe hay que hacerla nueva cada año por los cambios del virus, la del VIH cambia todavía más rápido y «una vacuna la tendríamos que cambiar cada semana y esto, técnicamente, no es posible», afirma.
La buena noticia es que este virus, que cambia tanto y tan deprisa, tiene algunas porciones en su composición que son más estables y «se está viendo si se podrían utilizar las partes estables para obtener una vacuna que no hubiera que renovar cada semana y ya hay algunos datos esperanzadores».
Otro de los frentes de la investigación está en la vacuna terapéutica, es decir, encontrar una sustancia o un producto químico que consiga que un paciente con sida no tuviera que tratarse toda la vida.