El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha justificado las medidas que ha tenido que adoptar a lo largo del año por considerarlas ineludibles para enderezar el rumbo de España y, tras asegurar que no va a cambiar su hoja de ruta, ha pedido la comprensión y solidaridad de los ciudadanos. La intención de mantener sus políticas la ha expresado Rajoy en la rueda de prensa que ha ofrecido tras el último Consejo de Ministros del año para hacer balance.
Ha reconocido los sacrificios «necesarios e inevitables» que han tenido que asumir los españoles en los últimos meses y, tras hacer una mención especial a los funcionarios y pensionistas, ha asumido que muchos ciudadanos estén decepcionados.
Ni paciencia ni confianza
«No voy a pedir paciencia, porque ya los españoles han tenido mucha; tampoco confianza ciega, porque los políticos nos debemos al escrutinio diario de lo que hacemos», ha señalado el jefe del Gobierno, quien sí ha reclamado «comprensión» ante la aplicación de las medidas y «solidaridad» para entender que todos tienen algo que aportar.
Sí ha querido dejar bien claro que, sin sus decisiones, todo sería mucho peor, y que todas ellas han estado motivadas por la herencia socialista, ya que ha señalado que la situación que ha tenido que afrontar ha sido mucho más difícil de la esperada. «Nunca imaginamos -ha dicho- semejante deterioro de las cuentas públicas».
Rajoy ha afirmado que si el Ejecutivo no hubiera acometido decisiones «duras y difíciles» como la subida de impuestos y la reducción del gasto público, el déficit público se hubiera situado entre el 11 y el 11,5 %.