La velocidad máxima en algunos tramos de autovías y autopistas será de 130 kilómetros por hora, siempre que cumplan unas determinadas condiciones, entre ellas que históricamente no se hayan registrado accidentes en esa parte de la vía.
Así se recoge en el borrador del anteproyecto del real decreto al que ha tenido acceso Efe por el que se modifica el Reglamento General de Circulación y que reduce la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora en las carreteras convencionales con arcén de 1,5 metros, establecida actualmente en 100.
Para las carreteras convencionales de 6,5 metros de ancho y con línea longitudinal que separa ambos sentidos la velocidad máxima será de 70 kilómetros por hora, aunque si la línea no existe el límite será de 50.