El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, ha calificado de «totalitarios bajo apariencia de tolerancia» los planteamientos de los que se oponen a la clase de religión y se ha preguntado cuál es la razón de fondo por la que un partido, en alusión al PSOE, se niega a «este servicio democrático».
En una entrevista en la cadena Cope, Martínez Camino se refería así al rechazo de algunos partidos a la vuelta de la asignatura de religión como optativa y evaluable en la nueva ley de educación del Gobierno (LOMCE). A su juicio, considerar que la religión es algo que «no tiene que tener presencia en la plaza pública» supone «relegarla injustamente» y «cercenar» los derechos de los ciudadanos católicos y de las instituciones católicas y de la Iglesia.
«Esto ha sucedido. Y cuando esto sucede, son todas las libertades y es todo el sistema democrático el que se pone en cuestión», ha asegurado el portavoz de la CEE, quien ha recordado que el 72 por ciento de los padres que mandan a sus hijos a la escuela piden educación católica para ellos. Este hecho implica, según Martínez Camino, que los dirigentes políticos que se oponen «no tienen una percepción adecuada de lo que es la realidad social».
En cuanto a la reforma del aborto que prepara el Ministerio de Justicia, Camino ha negado presiones al Gobierno aunque ha asegurado que «si quiere legislar de un modo justo, bienvenido sea». «La Iglesia dará la bienvenida a una legislación que sea más justa que la actual, que es gravemente injusta», ha subrayado.
Martínez Camino ha recordado que la posición de la Iglesia respecto a este asunto es pública y universal: cualquier ser humano inocente tiene un derecho radical, frontal, a vivir, que debe ser «tutelado proporcionalmente por un sistema jurídico de una sociedad civilizada». «Luego en la práctica hay muchos problemas y esas cosas hay que regularlas con precisión, pero no puede ser un derecho como sucede en la actual legislación que clama al cielo, quitar la vida de un ser humano inocente porque no se puede defender, ni sindicar ni protestar», ha señalado.