La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha subrayado este domingo el esfuerzo de su Gobierno por devolver la esperanza a los ciudadanos tras heredar una situación en la que «había que cambiarlo todo» y ha recalcado que en estos momentos «ya se ve la luz al final del túnel».
Cospedal se ha pronunciado así en Toledo ante alrededor de un millar de militantes y cargos de su partido en un acto con el que el PP ha celebrado el segundo aniversario de su llegada al Gobierno de Castilla-La Mancha tras las elecciones de mayo de 2011.
La presidenta castellanomanchega y secretaria general del PP ha querido dejar claro que su partido está haciendo aquello a lo que se comprometió y ha afirmado que el proyecto está «en el buen camino», con unos servicios públicos garantizados, una apuesta por la educación y la sanidad públicas, gratuitas y universales y una reducción del déficit de seis puntos en un año «en la que nadie creía».
«Ha costado mucho, pero hemos llegado hasta aquí», ha manifestado la dirigente del PP, visiblemente emocionada en varios momentos de un acto durante el que ha pedido el apoyo de su partido para seguir adelante.
Cospedal ha recordado a los militantes y cargos del PP que ha pasado «lo más duro», pero quedan muchas cosas por hacer, por lo que toca mantenerse, «luchar» y «no oír nada» que «distraiga» del objetivo: la creación de empleo y la recuperación económica.
Ha insistido en que ya han pasado los dos años de recesión, los años «de recuperar lo que habían dejado bajo tierra» y ahora lo que viene «va a ser mejor» y «cada año será mejor que el anterior».
Ha subrayado la presidenta castellanomanchega que la comunidad autónoma no puede quedarse anclada «en el túnel del tiempo» ni caer «en el hastío ni en la indiferencia», pues su reto es hacer «lo difícil": cambiar las estructuras políticas, sociales y económicas de la región, «innovar y transformar».
Cospedal ha recalcado que cuando su partido llegó al Gobierno era necesaria una reforma estructural de la administración, que «había que cambiarlo todo» y se ha iniciado ese camino pese a las críticas, desde la convicción de que «hay que hacer lo que hay que hacer por mucho que cueste».
En cuanto a las críticas y protestas contra la gestión de su Gobierno, ha expresado su respeto a quienes se manifiestan, pero les ha recordado: «Otros dejaron que nuestra región enfermara, nosotros la estamos curando».
Cospedal ha recordado que llegó al Gobierno regional con 5.000 millones de euros de deuda sanitaria, 2.900 millones de deuda educativa, 3.000 millones de deuda a proveedores y, además, más del 30 % de fracaso escolar.
A este respecto ha subrayado que nunca dejará «regalitos» como las facturas que encontró «en los cajones» y que nunca aparecerán «facturas oprobiosas de masajes o no se qué cosas más» o facturas de obras pagadas pero que eran «fantasmagóricas», porque no se hacían.
Sobre su futuro, Cospedal ha lamentado que el PSOE afirme que está «condenada» a quedarse en Castilla-La Mancha. «Quizás les traiciona el subconsciente porque hay uno de ellos que se quiere ir para Madrid pero nunca le llaman», ha dicho, y ha expresado su «compromiso real y profundo» con su «tierra, por encima de cualquier otra cosa».
De hecho, se ha mostrado convencida de que el PP va a ganar las próximas elecciones y ha insistido en que, aunque se siente «muy orgullosa» de ser secretaria general del PP, de «lo que más orgullosa» está es de ser presidenta de Castilla-La Mancha y del PP castellanomanchego.