El Gobierno de Bolivia confirmó ayer que su Ministerio de Exteriores convocará a los embajadores de España, Francia e Italia y al cónsul de Portugal a dar explicaciones por el incidente sufrido el martes por el avión del presidente Evo Morales.
La ministra de Comunicación de Bolivia, Amanda Dávila, declaró que Morales «está indignado» por el trato recibido del embajador español en Viena, Alberto Carnero, que, dijo, intentó subir a la aeronave para verificar si a bordo se encontraba el exanalista de la CIA Edward Snowden.
Por el mismo motivo, Francia, Italia y Portugal vetaron el sobrevuelo o aterrizaje del avión de Morales en su territorio. La negativa provocó que la aeronave tuviera que aterrizar de emergencia en Viena, donde Morales permaneció 13 horas a la espera de una nueva ruta de vuelo para volver a Bolivia desde Moscú, donde había participado en una cumbre de hidrocarburos.
Morales recibió el jueves el respaldo de los presidentes de Argentina, Ecuador, Uruguay, Surinam y Venezuela en un encuentro en la ciudad boliviana de Cochabamba para condenar la actuación de Europa en este incidente.
La mandataria argentina Cristina Fernández, el ecuatoriano Rafael Correa, el uruguayo José Mujica, el surinamés Desiré Bouterse y el venezolano Nicolás Maduro exigieron que los cuatros países pidan «disculpas públicas» y expliquen su actuación.
El mandatario boliviano llegó a decir que se sintió tratado «como un delincuente» y que «los presidentes no mienten».