En un 2012 marcado por la crisis y el desplome del consumo, El Corte Inglés logró un beneficio de 171,5 millones de euros, un 18,3 % menos que el año anterior, y una cifra de negocios superior a los 14.500 millones, lo que le ha permitido mantenerse a la cabeza de los grandes almacenes europeos.
El año pasado, «el más crítico económicamente hablando» de la crisis, según lo definen desde la compañía, el agravamiento de la recesión económica y el incremento del paro lastraron el consumo privado, un indicador que en España ha caído de forma ininterrumpida desde 2008 y que en 2012 acusó además las subidas del IVA y del IRPF, y la falta de confianza en la mejora de la situación económica.
La crisis de consumo ha sido asimismo más acusada en los productos no alimentarios, segmento que representa el grueso de la actividad del grupo que preside Isidoro Álvarez.
En este contexto desfavorable, El Corte Inglés alcanzó una cifra de negocio de 14.552 millones, un 7,7 % menos, un volumen que le sitúa como líder entre los mayores almacenes europeos y en cuarto lugar si se compara con los de EEUU.
Además, el grupo da empleo a 99.678 trabajadores, prácticamente el mismo número de personas que en el ejercicio anterior.
El beneficio de explotación neto (Ebit) ascendió a 336,4 millones, lo que representa un incremento del 2,5 %, y el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 735 millones, un 11 % menos.
El grupo mantuvo una afluencia a sus centros superior a los 600 millones de visitas, el número de usuarios de sus tarjetas fue de 10,5 millones y su cuota en comercio electrónico, con más de 137 millones de visitas, aumentó el 11,6 %.