El líder de IU, Cayo Lara, considera que cada vez hay más indicios y pruebas de que hubo financiación ilegal en el PP y cree que, como secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal «no puede estar al margen de toda esa información», por lo que puede terminar sentada «en el banquillo».
«Yo creo que María Dolores de Cospedal se podrá terminar sentando en el banquillo», ha dicho Lara en una entrevista a Efe, en la que ha asegurado que el conflicto de Gibraltar o las candidaturas olímpicas son «cortinas de humo» con las que el PP intenta tapar los recortes sociales y el caso Bárcenas.
Cayo Lara ha confirmado que su partido, como acusación popular en el caso Bárcenas, estudia ampliar su querella para pedir la imputación de la secretaria general del PP, de Francisco Álvarez Cascos y de otros 15 empresarios que realizaron donaciones al partido.
La ampliación de la querella se basará en un posible delito de encubrimiento por el borrado de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas, que estaban siendo custodiados en el PP.
«Si los estaba custodiando tenía la responsabilidad de custodiarlos tal como estaban. Ha habido destrucción de pruebas y eso está tipificado como un delito de encubrimiento», recalca el coordinador federal de IU.
Tampoco descarta pedir que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, declare como testigo ante el juez Pablo Ruz en la Audiencia Nacional, aunque reconoce que esa petición debe estar muy bien fundamentada para que sea aceptada.
Lara está convencido de que Rajoy mintió al Parlamento el pasado 1 de agosto, especialmente después de conocer que Cospedal explicó al juez que el presidente le informó pasados ocho meses de una reunión con Bárcenas y con Javier Arenas en marzo de 2010, en la que se pactó su salida de la formación.
IU seguirá pidiendo explicaciones e intensificará sus actuaciones de control ya desde la próxima semana, cuando Lara preguntará en el Congreso al jefe del Ejecutivo sobre su relación con Bárcenas.
«No podrá esconderse, va a tener que contestar en el Parlamento por qué ha mentido» de manera «consciente», afirma.
Otra de las cuestiones que Lara da por confirmadas por los sms publicados es que Bárcenas tuvo contactos con los abogados de Cospedal o sus intermediarios para trasmitirles que era partidario de que el finiquito se formalizara en diciembre.
Cree que «Cospedal no puede decir que no sabía nada de la relación con Bárcenas o, incluso, apuntarse que es la que quiere acabar con la corrupción en el PP».
A esto, suma la investigación sobre «una concesión de 200.000 euros al PP de una empresa que después tiene una adjudicación en 2007 en el Ayuntamiento de Toledo», cuando Cospedal ya era presidenta de Castilla-La Mancha, lo que conllevaría, en su opinión, «responsabilidades directas».
«No va a poder esconder por mucho mas tiempo que no sabía nada de todo lo que ha pasado con la trama de corrupción», insiste el líder de IU, que cree que el PP ya «no tiene ninguna credibilidad» para plantear una ley de transparencia o las medidas contra la corrupción que ha anunciado.
IU está dispuesta a negociar pero recuerda que cuando presentó sus propuestas de reforma del Código Penal, la Ley de Contratos del Estado o del Tribunal de Cuentas fueron rechazadas por el PP.
«Tenemos un Gobierno bajo sospecha completa y absoluta» y «no se ha asumido ni una sola responsabilidad": «¿quién ha dimitido aquí?», se pregunta el líder de la formación de izquierdas, que además cuestiona la actuación de la Fiscalía en determinados asuntos.
Así, menciona la petición del Ministerio Público de imputar a Francisco Camps y Rita Barberá en el caso Nóos, lo que llevaría la causa al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana cuando está a punto de terminar la instrucción.
«Esto nos huele rarito, muy rarito», dice Cayo Lara, tras recordar que el fiscal también se posicionó contra la imputación de la infanta Cristina y en el caso Blesa apoyó la salida de prisión del expresidente de Caja Madrid.
En su lista de sospechas añade las decisiones del Tribunal Supremo sobre Jaume Matas o el caso Campeón: «yo espero que no estemos ante una operación de mucha envergadura para que todo acabe como acabó el caso Naseiro».
La corrupción ha sido para IU un motivo más para intensificar la campaña con la que pide la dimisión del Gobierno por el incumplimiento de su programa electoral.
Para este otoño, la formación prepara una gran movilización, en la que -no obstante- no quiere ser protagonista, sino que espera aunar a las plataformas en defensa de la sanidad y la educación públicas y movimientos como el 15M entorno a un manifiesto común contra las políticas, los recortes y las «mentiras» del Ejecutivo.
«Creo que no ha quedado ningún sector de la sociedad española al que no le haya hecho daño el PP con esa cantidad de decretos que están aprobando un día sí y otro también», concluye.