El Rey ha subrayado que «hay motivos para el optimismo» sobre el crecimiento de la economía española, aunque subsisten «problemas muy graves, especialmente el paro», ya que han aumentado las exportaciones e inversiones en otros países y «los capitales han regresado» a España.
Acompañados por los príncipes de Asturias, don Juan Carlos y doña Sofía han presidido en el Palacio Real la tradicional recepción al cuerpo diplomático con motivo del nuevo año, a la que han asistido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
En su intervención ante representantes diplomáticos de todo el mundo, el jefe del Estado ha pedido asimismo a los electores que acudan masivamente a las urnas el próximo mayo, porque en esos comicios se elegirá «el Parlamento Europeo con mayor poder de su historia» y, según ha argumentado, «ahora más que nunca importa alcanzar una amplia participación».
«España quiere acelerar el proceso de integración europea», ha recalcado el Monarca, tras destacar que, en la UE, «la recuperación aún es débil y desigual» y «subsisten todavía problemas de fondo que habían sido velados por la crisis», ante los que la Unión «no debe encerrarse en sí misma» y debe «completar su red de acuerdos de asociación con otros países del mundo».
Sin problemas
A diferencia de las dificultades para leer algunas frases del discurso que mostró el pasado 6 de enero en el mismo escenario, durante la celebración de la Pascua Militar, don Juan Carlos ha leído sin titubeos el texto sobre el mismo atril que entonces, aunque modificado para su comodidad y con una iluminación distinta que no provocaba reflejos en las hojas.
Las perspectivas para salir de la crisis han centrado la última parte del discurso, en el que ha destacado la contribución «muy relevante» del sector exterior a la mejoría del país.