El Sindicato de Estudiantes ha anunciado hoy que convoca una huelga estudiantil de 48 horas para los días 26 y 27 de marzo para dar continuidad a las movilizaciones emprendidas en contra de la reforma educativa y las políticas del departamento dirigido por José Ignacio Wert.
La anterior convocatoria de paro estudiantil fue el pasado 20 de noviembre, coincidiendo con la aprobación del proyecto de Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) en el Senado, norma que finalmente fue aprobada en el Congreso el 30 de noviembre.
Desde que el ministro Wert tomó posesión de su cargo en diciembre de 2011, este sindicato, ya sea en solitario o formando parte de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, ha convocado alrededor de una docena de días de huelga.
«Queremos levantar bien alto la bandera de la marea verde», ha declarado en rueda de prensa el Sindicato de Estudiantes, cuya secretaria general, Ana García, ha hecho un llamamiento a los alumnos de Educación Secundaria, universitarios, padres, profesores y de más fuerzas sindicales a unirse a la próxima huelga.
«Sería deseable salir todos juntos, pero si ellos -en referencia a los otros miembros de la Plataforma- no quieren salir a la movilización, nosotros no vamos a quedarnos bloqueados», ha destacado García.
Ataques
Este sindicato ha argumentado que la convocatoria es debida a los «ataques cada vez más serios a la educación pública» y tiene el fin de «reclamar que no se expulse a los estudiantes de la Universidad por el delito de no tener dinero».
García ha recalcado que la nueva movilización también responde a una «política de recortes tremendamente lesiva para las familias"
El Sindicato de Estudiantes ha exigido la retirada de la Lomce y la dimisión de Wert, al que consideran «el peor ministro que la historia ha conocido».
Además, Ana García ha criticado la bajada en la ayuda a libros de texto y «el blindaje del negocio con las grandes editoriales a costa de las familias trabajadoras».
Por último, este sindicato, con cerca de 20.000 afiliados a nivel estatal, ha «celebrado» la «victoria de la marea blanca -en relación al freno en la privatización de hospitales madrileños- porque es «una victoria de todos los que defendemos los servicios públicos».