Los cinco inmigrantes ahogados cuyos cadáveres fueron hallados en las costas ceutíes durante los últimos días eran jóvenes de entre 20 y 30 años que, al no portar documentación alguna y su estado no permitir su identificación, han sido enterrados sin ninguna identidad posible.
Según han informado hoy a EFE fuentes de la Guardia Civil, las autopsias han revelado que todos ellos fallecieron por asfixia por inmersión, durante la avalancha de más de 250 inmigrantes que se produjo el pasado 6 de febrero en aguas marroquíes, en la que murieron al menos quince personas.
Ninguno de los cadáveres ha podido ser identificado y han sido enterrados en el cementerio católico de Santa Catalina.
La asociación humanitaria Elín, entidad en defensa de los derechos de los inmigrantes, ha pedido la identificación de los cuerpos por la dignidad de las víctimas y por el descanso de sus familias.
El estado de los cadáveres después de días sumergidos en el agua impide que se les pueda reconocer a través de sus rasgos faciales, aunque van a intentar que a través de fotografías alguien pueda identificar a las víctimas por las prendas que vestían.
El primero de los cinco cadáveres aparecidos en la costa ceutí fue hallado el día 8 de febrero, el segundo el día 12, el tercero el día 13 y los dos restantes en la mañana de ayer.