El presidente catalán, Artur Mas, ha calificado de «grave» e «innecesaria» la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que tumba la declaración de soberanía del Parlament, pero se ha aferrado a la parte del fallo sobre el «derecho a decidir» para defender que el «proceso continúa».
«El proceso continúa; esta sentencia estaba prevista y es innecesaria. A cada escollo hallaremos una solución para esquivarlo y sobrepasarlo, y para actuar democrática y pacíficamente de acuerdo con los marcos de legalidad vigentes, que son muchos y muy amplios», ha dicho Mas en la sesión de control del Parlament, en que PSC, PP y Ciutadans le han instado con matices a «cambiar de rumbo».
Pero el president ha puesto en duda que el TC sea un «árbitro» del conjunto de ciudadanos del Estado, incidiendo en que es la primera vez que anula una declaración «política» de un parlamento autonómico, y ha subrayado que ante el «reto democrático» de la consulta se debe responder por «vía política y no con sentencias».
Resquicio
En todo caso, Mas ha puesto de manifiesto el resquicio que deja a su juicio el TC leyendo en voz alta un fragmento de la sentencia, que dice literalmente: «Se declara que las referencias al 'derecho a decidir de los ciudadanos de Cataluña' contenidas en el título, parte inicial, y en los principios segundo, tercero, séptimo y noveno, párrafo segundo, de la Declaración aprobada por el Parlament no son inconstitucionales si se interpretan» conforme a la legalidad vigente.
El alto tribunal anuló la declaración de soberanía de enero de 2013 al considerar que Cataluña no es un «sujeto jurídico y político soberano». Por su parte, la vicepresidenta del Parlament, Anna Simó, ha considerado en nombre de la cámara que la declaración de soberanía sigue «vigente», por lo que no la retirará. Los comentarios de Simó han enojado al PPC, que le ha pedido que se ajuste a su papel institucional.