El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha ofrecido este martes una reforma de la Constitución que avance en el federalismo para que Catalunya y el resto de España puedan «seguir viviendo juntos» y que pasa, a su juicio, por incluir las «aspiraciones del pueblo de Cataluña y sus singularidades».
Ante el Pleno del Congreso, Rubalcaba ha abogado por emprender cambios para solucionar estas tensiones territoriales, pero ha rechazado de plano el derecho de autodeterminación, «que está concebido para irse», así como la independencia de esa comunidad autónoma, subrayando: «Queremos seguir viviendo juntos y decidiendo juntos».
En su respuesta a los delegados del Parlament que han acudido al Congreso para defender su petición de competencias para poder celebrar la consulta soberanista, Rubalcaba ha defendido su rechazo a esta posibilidad porque el Estado «no puede transferir una competencia que no tiene». Según ha recalcado, la Constitución no permite convocar un referéndum autonómico cuyo resultado afecta al conjunto de los españoles.
El líder del PSOE ha defendido que el tema político que existe de fondo en esta petición, que ya jurídicamente es rechazable, debe llevar a preguntarse si existe un «problema de convivencia» entre Catalunya y el resto de España y, al reconocer que sí existe este conflicto en las relaciones, ha animado a preguntarse cómo se puede arreglar.
Rubalcaba ha tomado como suya una declaración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y le ha dado la razón en que Catalunya cuenta con cuotas «elevadísimas» de autonomía política y administrativa, de las que no había gozado nunca en su historia, pero ha reconocido también que no se puede negar la «frustración estatutaria» en Catalunya, ni tampoco la existencia de campañas políticas contra el Estatut, en clara referencia al PP.
Así, ha recordado que el PSOE ha apoyado todas las decisiones que han llevado a Catalunya a tener una mayor autonomía y «siempre» ha apoyado su autogobierno. «Hemos defendido sus instituciones, su cultura, su lengua», ha recalcado Rubalcaba, que ha añadido que, en la elaboración de su Estatut, también apoyó sus derechos históricos. «siempre lo hemos hecho».
Y esto se debe, ha explicado, a que los socialistas siempre han entendido a Catalunya como «una comunidad plural» y ha defendido que «son catalanes los que viven allí, vengan de donde vengan» y sean su lengua o su religión las que sean.
Por eso, también ha rechazado que desde distintas posiciones se pretenda hacer elegir a los ciudadanos si son más españoles que catalanes o al contrario, pensando en todos esos españoles que «no quieren levantar fronteras para separar sentimientos o identidades».
Pero, a partir de aquí, ha reiterado el no de su partido al proceso iniciado desde Catalunya y que, ha recalcado, pretende dirigirse hacia el referéndum de autodeterminación y la independencia, dos extremos con los que los socialistas están «absolutamente en desacuerdo».
Rubalcaba ha subrayado que el derecho a la autodeterminación «no figura en ninguna Constitución del mundo», entre otras cosas porque significa «la inestabilidad permanente» y está «concebido para irse». Y ha rechazado la independencia «por razones históricas, culturales, políticas, económicas y también por razones tamaño».
«Y porque los socialistas estamos defendiendo en Europa que se acaben las fronteras y es contradictorio con inventarnos fronteras en la Península Ibérica, no estamos de acuerdo», ha remachado, entre los aplausos de sus compañeros de bancada.
CRITICAS AL DISCURSO ECONOMICO SOBERANISTA
Además, también ha criticado duramente algunos argumentos habituales en el discurso nacionalista y se ha referido en concreto a la representante de ERC en este debate, Marta Rovira, para denunciar que se trate de vincular la independencia con una salida más rápida de la crisis económica.
Rubalcaba ha denunciado que este discurso es «dañino, insolidario y en términos económicos, en una economía global, sin ningún fundamento», y ha apuntado que suena al que se hace en algunos países del norte de Europa hacia los del sur.
También ha rechazado el discurso del 'España nos roba'. «Eso no es tolerable y lo tenemos que rechazar desde aquí, no lo es, entre otras cosas porque los presupuestos los votan aquí muchos diputados de Cataluña y porque todos los sistemas de financiación que en España se han aprobado se han pactado y acordado con el Gobierno de Catalunya. No es algo que se pueda decir sin estar faltando a la verdad», ha remachado.
A partir de aquí, Rubalcaba ha defendido una vez más la propuesta que tienen los socialistas para resolver este conflicto, que pasa porque las fuerzas políticas se sienten a «hablar y buscar soluciones para estos problemas de convivencia» que ha admitido que «existen».
«DERECHO A DECIDIR DE TODOS LOS ESPAÑOLES»
Y el objetivo, ha dicho, tiene que ser encontrar «nuevas normas de convivencia», que se enmarquen en una reforma de la Constitución que avance en el federalismo para permitir a catalanes y resto de españoles «seguir viviendo juntos». «Queremos una nueva Constitución que suponga un nuevo Estatuto que vuelvan a decidir los catalanes», ha explicado Rubalcaba, que ha dicho defender «el derecho a decidir de todos los españoles».
«Tenemos un problema serio de convivencia y hay dos posibilidades: ustedes proponen vamos a votar a ver si nos vamos y nosotros proponemos vamos a sentarnos y acordar ver comó seguimos viviendo juntos», ha insistido el líder del PSOE.
En este marco, Rubalcaba ha asegurado que los socialistas también quieren que los catalanes voten, pero que lo hagan «de acuerdo con las reglas democráticas y de acuerdo con la ley». Así, ha ofrecido una reforma de la Constitución en el marco de un proceso «serio, democrático, transparente, dialogado, legal y participativo» que es como el Parlament pide que sea en su iniciativa y que, ha subrayado, precisamente tiene que hacerse en el Congreso.
En concreto, ha defendido la oportunidad de definir mejor el reparto de las competencias autonómicas en la Carta Magna; convertir el Senado en una cámara territorial donde las autonomías puedan votar sobre las leyes que les competen y fijar los principios básicos de un sistema de financiación «justo y solidario».
Y, además, ha abogado porque esta reforma federal «recoja las aspiraciones del pueblo de Catalunya y sus singularidades». «Proponemos una reforma que finalmente suponga la actualización de un pacto territorial, el del titulo VIII de la Constitución, que nos permita hablar libremente de cultura federal, que es aquello que distingue la singularidad, pero mantiene la unidad», ha insistido.
Rubalcaba ha defendido que no se trata de una reforma constituyente, sino de un pacto que permita llevar a cabo estos cambios en la Carta Magna que considera necesarios para resolver este problema en las relaciones territoriales.
Y ha culminado insistiendo en que no es «capaz de imaginar un futuro mejor que aquel que representa una Catalunya comprometida con España y una España que entiende y quiere a Catalunya».