Las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron ayer, con el voto a favor del PP y el rechazo de los socialistas que no presentaron ninguna emienda para no ser complices de un 'pucherazo', la reforma de la ley electoral de Castilla-La Mancha, que supone reducir de 49 a 33 el número de diputados autonómicos para la próxima legislatura.
Defensa de la ley
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, defendió, en el pleno de las Cortes, esta norma que ha calificado de justa, plural, objetiva, representativa, equilibrada y adecuada para los tiempos de crisis.
Para De Cospedal, la reducción de parlamentarios es un «paso histórico», que permite a los políticos «tener un comportamiento ejemplar para los ciudadanos» y, además, es una medida que acerca la política a la ciudadanía.
Ésta es la segunda ley electoral que se aprueba en Castilla-La Mancha en lo que va de legislatura, ya que en mayo de 2012 se aprobó una norma que suponía elevar el número de parlamentarios autonómicos de los 49 actuales a 53. La ley aprobada cifra ahora en 33 los parlamentarios, que se reparten con un mínimo de tres para cada una de las cinco provincias y los 18 restantes, en función de la población.