El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha salido este lunes de su domicilio de Barcelona descalzo del pie derecho, aunque cubierto con un calcetín porque, según ha explicado a los periodistas que le esperaban a la puerta, ha sufrido un esguince.
«¿Han tenido buen fin de semana?», ha preguntado Pujol, sin detenerse, ante los medios de comunicación que hacían guardia frente a su casa desde primera hora de la mañana, como hacen casi a diario desde su confesión de que ocultó durante años una fortuna en el extranjero.
Una periodista le ha inquirido entonces al expresidente catalán por cómo le había ido a él el fin de semana, ante lo que Pujol se ha mirado el pie descalzo y ha dicho: «Mire, un esguince».
Pujol se ha dirigido directamente hacia un coche, al que se ha subido.