El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha evitado este sábado a los medios de comunicación que le esperaban a las puertas de su casa en Barcelona, tras la revelación de nuevos detalles relacionados con sus cuentas en Andorra, que él mismo reconoció haber mantenido ocultas durante más de treinta años.
Pujol, que acostumbra a salir de su domicilio barcelonés por la puerta principal y en ocasiones atender a los medios de comunicación, hoy ha optado por hacerlo en coche directamente desde el garaje, con lo que ha evitado las preguntas de los periodistas.
Le ha acompañado su esposa, Marta Ferrusola, algo que tampoco es habitual entre semana y que hace presuponer que el matrimonio se ha ido a pasar el fin de semana fuera de la ciudad. Pujol tiene su segunda residencia en Queralbs (Girona).
La tensión entre la familia Pujol y la prensa ha ido escalando en los últimos días, en los que se ha visto a Marta Ferrusola mandar «a la mierda» a varios periodistas, así como el suceso protagonizado ayer mismo por su hija Mireia, a quien se pudo ver emprender una aparatosa huida en moto desde el piso familiar de la ronda General Mitre.
Ayer trascendió que varios miembros de la familia Pujol Ferrusola sacaron 227.000 euros en metálico entre 2011 y 2014, antes de regularizar su fortuna, según un informe de la Banca Privada Andorrana, y que Hacienda devolvió 2.137 euros por el impuesto de la renta de 2013 a Marta Ferrusola, y diferentes cantidades más a varios de sus hijos.
Este goteo constante de nuevos datos sobre los capitales ocultos del que fuera presidente de la Generalitat durante 23 años ha hecho aumentar la expectación ante la futura comparecencia de Jordi Pujol en el Parlament de Cataluña, adonde ha accedido ir a dar explicaciones a partir del 22 de septiembre.