El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ha garantizado este domingo que en España «no hay impunidad» y ha asegurado que no está dispuesto a permitir que la corrupción empañe la honorabilidad de los populares, la imagen de España ni que oculte la gestión del PP y «el cambio hacia la prosperidad» iniciado.
Así lo ha señalado el jefe del Ejecutivo en la clausura de la Convención Nacional del PP, que ha coincidido estos días con la salida de la cárcel del extesorero Luis Bárcenas y sus declaraciones sobre la contabilidad del Partido Popular.
El asunto de la corrupción «invita a la demagogia más feroz y al oportunismo político de la peor corrupción» ha afirmado Rajoy, quien ha dicho que no le preocupan las «exageraciones interesadas ni las manipulaciones».
«Lo que me preocupa -ha añadido- es que «algunos de los nuestros no hayan estado a la altura de la trayectoria» del PP y de lo que los españoles esperan de él.
El presidente ha argumentado que nadie debería llegar a la política con «la ambición de obtener réditos personales», pero ha admitido que no pueden «garantizar las conductas de todos y cada uno» de sus cargos. «A lo mejor otros sí», ha puntualizado.
«Es verdad que esos casos se han producido» y que merecen una respuesta firme, ha señalado Rajoy, quien ha afirmado también que muchos de esos casos pueden prevenirse y es lo que el Gobierno está haciendo.
«En España no hay impunidad, las instituciones funcionan, las irregularidades se sancionan», ha dicho Rajoy después de insistir en que policías, jueces y fiscales tienen hoy más amparo que nunca en la lucha contra la corrupción.
«Otra cosa es que algunos no tengan que hablar» o que «pretendan dar lecciones quienes no están en condiciones de hacerlo», ha asegurado el líder del PP, que además ha conminado a los populares a no mirar a sus adversarios, sino a ellos mismos, porque no son sus rivales quienes les obligan a dar una respuesta, sino todos los españoles.
«Lo importante no es lo que otros digan, sino lo que podamos hacer», ha subrayado al tiempo que el Gobierno ya está ofreciendo «esa respuesta» que exigen los ciudadanos con las reformas aprobadas para reforzar la lucha contra la corrupción.
«No estamos dispuestos a permitir que estas cuestiones empañen la honorabilidad» del PP y de sus cientos de miles de militantes ni «el respeto que merecen las instituciones», «ni la imagen de España», ha recalcado el jefe del Gobierno.
Una vez mas, ha reconocido que se han cometido errores, y que se pudieron hacer las cosas mejor, pero ha reiterado que cuando el PP ha detectado una «conducta punible en sus filas ha intervenido sin dudarlo» con el nivel exigencia que demanda «la democracia» y los españoles.
«Hemos aprobado muchas reformas para hacer de España un país mejor en lo social y en lo económico» y cuando concluya su gestión, la pretensión del presidente del Gobierno es que también sea un «país mejor en el terreno ético» y con mayor calidad democrática.
«Para esto estamos trabajando», ha garantizado.