El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha presentado este sábado en Cataluña como garantía frente al secesionismo frente a un Partido Socialista que mantiene una actitud con «ambages», preocupado por la «equidistancia» y «preso de sus pactos».
Rajoy ha clausurado la escuela de verano del PP en Lloret de Mar junto al candidato de los populares a la Generalitat, Xavier García Albiol, en un acto en el que ha expresado su deseo de que las elecciones del 27 de septiembre en Cataluña traigan una nueva etapa de «normalidad» en la que se empiecen a superar las «heridas y divisiones que secesionistas antiguos y de nuevo cuño han generado».
«Queremos que Cataluña siga siendo España y Europa, y nosotros sí que lo queremos sin ambages», ha dicho Rajoy en la clausura de la escuela de verano del PP, en la que aludía así a la posición de los socialistas ante el debate soberanista.
Se ha preguntado así «qué credibilidad para dar la batalla a los secesionistas» tienen los socialistas, que en el caso de Badalona, la localidad en la que Albiol era alcalde, le «regalaron» este ayuntamiento a los soberanistas y se la quitaron a quien había tenido el «apoyo mayoritario».
«Yo no sé si algunos que son presos de sus pactos, de sus alianzas, o están perdidos en tierra de nadie pueden garantizar lo que yo garantizo», ha continuado, además de preguntarse si esos que están en «la equidistancia y disimulo creen firmemente que el futuro de España lo decidirán los españoles».
Y ha añadido que puede decir que España «va a seguir siendo lo que es, una gran nación» y «un gran país» en el que Cataluña tiene un «papel fundamental de liderazgo y progreso».
A pesar de dirigir en esta ocasión más ataques al Partido Socialista, Rajoy no se ha olvidado de los soberanistas y del presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Así, días después de que el PP presentase su propuesta de reforma de la ley del Tribunal Constitucional para poder sancionar o suspender a quien incumpla sus resoluciones, Rajoy ha insistido en que su Gobierno quiere que se cumpla la ley y las sentencias de los tribunales.
Y frente a quienes piensen que tienen una «mejor condición» y están «por encima de los demás no lo vamos a aceptar» ha añadido Rajoy antes de hacer una promesa: «mientras yo sea presidente del Gobierno garantizo que se va a cumplir la ley, hasta ahí podíamos llegar».
Tras un breve repaso por los datos económicos y la vuelta a la recuperación, Mariano Rajoy ha prometido que Cataluña «no va a quedar al margen de esa etapa de progreso» que van a vivir los españoles».
El jefe del Ejecutivo ha cerrado su discurso apostando por la unidad de España y por construir «puentes» y «estrechar lazos» sobre los surcos que ha dejado la «división».
Y se ha mostrado convencido de que si el 27 de septiembre acuden a las urnas todos aquellos que quieren una Cataluña «tan catalana como española y europea» entonces «ganaremos todos».
«Si acuden quienes apuestan por la unidad y la diversidad ganaremos todos», ha insistido Rajoy, quien ha opinado que cuando se producen procesos de integración y las fronteras «desaparecen» no se puede «retroceder siglos atrás».