El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha ofrecido este martes la vocación reformista de su partido para «ayudar a la gobernabilidad y la estabilidad» en Catalunya y a «reconstruir la unidad» ante la fractura provocada por los independentistas.
Sánchez ha lanzado esta propuesta durante su intervención ante los barones de su partido al comienzo de la reunión del Consejo de Política Federal en la sede de Ferraz para analizar los resultados de las elecciones de Catalunya.
«El socialismo es reformismo. Estamos llamados a reconstruir la unidad en Catalunya hoy rota y a articular a través de la reforma constitucional una unidad de España mucho mejor que la actual», ha defendido el líder socialista.
Sánchez ha garantizado que el PSOE «siempre va a estar ayudando a la gobernabilidad y la estabilidad tan necesaria en Catalunya», sin dar pistas de a qué candidato estaría dispuesto a apoyar el PSC para presidir la Generalitat.
Ante los resultados del 27 de septiembre, el secretario general ha subrayado que Catalunya «está fracturada en dos bloques heterogéneos», con seis partidos en el Parlamento que «están obligados a entenderse, a tender puentes, a dialogar, a negociar y conformar un gobierno que dé estabilidad a los catalanes» y solucione sus problemas.
Frente a la «inacción» del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, Sánchez ha animado a sus barones a «volver a recuperar la esencia del socialismo, que es el reformismo», con la revisión de la Carta Magna como punta de lanza.
Para Sánchez, si la reforma constitucional era «recomendable» en 2013, cuando el PSOE la impulsó con la llamada Declaración de Granada, y era «necesaria» antes de la campaña de las elecciones catalanas, es «imprescindible» ponerla en marcha tras el 27S.
El secretario general ha opinado que actualizar la Constitución, además de resolver el problema territorial, contribuiría a «afianzar» la recuperación económica porque mejoraría la calidad democrática y la confianza de las instituciones.
La reforma, según Sánchez, tendría como líneas principales la soberanía nacional, la igualdad entre españoles y avanzar hacia un estado federal que solucione las «deficiencias» del modelo autonómico.
El líder socialista ha explicado que «el federalismo no pertenece a ninguna ideología» y que lo que simboliza es «negociación, pacto, entender la política de otra forma a como la entiende, por ejemplo, el PP».
A falta de tres meses para las elecciones generales, Sánchez se ha mostrado convencido de que «el reformismo que representa el socialismo se volverá a abrir paso» como lo hizo con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
Ha subrayado que esta política reformista se hizo evidente en Andalucía y Asturias en la pasada legislatura, con gobiernos socialistas, y también ha empezado a hacerse en otras regiones y ayuntamientos tras las elecciones de mayo.
«Ese cambio se está viendo. Cuando el PSOE gobierna, lo hace para la mayoría y también con hechos», se ha felicitado ante los barones, entre los que han faltado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la de Balears, Francina Armengol.
Al comienzo de su intervención, Sánchez ha elogiado la «extraordinaria» campaña hecha por el PSC y su líder, Miquel Iceta, y por el trabajo desarrollado durante años «de coherencia y de defensa de una causa como la de la convivencia» frente a la «irresponsabilidad» del presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, y de quienes han intentado «fracturar» a los catalanes.