El cabeza de lista y nuevo líder de la CUP en el Parlament, Antonio Baños, ha afirmado este miércoles que, si hay una sentencia o resolución que inhabilite al presidente catalán o a cualquier otro cargo electo, «no sólo habrá que desobedercerla, sino ni siquiera considerar» su cumplimiento.
Baños ha abogado por la desobediencia ante una posible sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que inhabilite al presidente de la Generalitat y a las dos conselleres imputadas por la consulta alternativa del 9N, una actitud que ha extendido a más supuestos.
Según este mismo diputado de la CUP, la desobediencia también «estaría justificada» si en el futuro el presidente catalán es suspendido por una resolución del Tribunal Constitucional, tras la reforma de la ley que rige el funcionamiento de este órgano, o si resulta inhabilitado cualquier otro cargo electo por impulsar el proceso hacia la independencia.
Sobre el comunicado emitido este martes por el TSJC en relación con las concentraciones de apoyo a los imputados por el 9N, que vio como un «ataque» a la independencia judicial, Baños ha indicado que «lo que ejemplifica es que el sistema judicial español no ha sido depurado, es heredero del franquismo y sigue instalado en las inercias de la dictadura y al servicio de los poderosos».
«No se han levantado las alfombras, que están llenas de polvo, y esto -ha apuntado- comporta que tengamos un sistema judicial que desde el siglo XIX ha sido partícipe y colaborador de todas las represiones que ha habido en este país, no únicamente la producidas durante el franquismo».
Para este líder de la CUP, el sistema judicial está «viciado en origen» al no haber «la separación de poderes que tiene que existir en toda democracia», y las personas que integran el poder judicial «tienen miedo a la gente de la calle y a las urnas, además de a la independencia de Catalunya».
A su entender, la ausencia de una separación de poderes efectiva conforma «una especie de complot entre poderes del Estado, algo parecido a la 'estrella de la muerte' que se ve en 'La guerra de las galaxias', en la que se encuentra el núcleo de poder duro del Estado español».
«Es evidente -ha añadido- que lo que temen el TSJC y el Consejo General del Poder Judicial es la democracia y a los ciudadanos, porque, si fueran realmente independientes, no tendrían estos tics de autoprotección un poco patética».
Según Baños, «poner las urnas nunca puede ser delito en ninguna circunstancia, y menos aún cuando es la única solución, puesto que el Estado se ha blindado para evitar que los catalanes sean consultados», y en esta situación, «no sólo no puede ser delito sino que es una obligación».
El cabeza de lista de la CUP ha matizado que, «si nosotros estos días nos movilizamos, no es para proteger a determinadas personas ni tampoco a sus partidos, sino que vamos a reclamar un derecho básico como es el del sufragio y el de las sociedades a ser consultadas cuando les dé la gana».