El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha subrayado este domingo que la Constitución española goza «de una salud muy buena, por fortuna», aunque ha asegurado que no se cierra a la posibilidad de reformarla y estudiaría las propuestas que se presentasen.
No obstante, Rajoy ha señalado que no considera una «prioridad» una reforma constitucional, y ha apuntado «todo el mundo» habla de cambiar la Carta Magna, en alusión a las demás fuerzas políticas, pero «todos tienen el mismo problema, no se sabe qué quieren reformar».
«Yo no me cierro, si alguien tiene algún planteamiento estoy dispuesto a considerarlo», ha asegurado Rajoy, quien ha insistido en cualquier caso en que es necesario el consenso.
Ha insistido, eso sí, en que no considera «una prioridad» cambiar el texto constitucional, porque para él las prioridades deben de ser cuatro: el empleo, mantener el estado de bienestar con las pensiones y los servicios esenciales, la unidad de España y la lucha contra el terrorismo.
La Constitución, ha subrayado Rajoy, trajo «muchas cosas» como la libertad, la democracia, la garantía de unos derechos y libertades y también «afirmó la unidad de España y la soberanía nacional», que supone, ha insistido, en que «lo que sea España lo deciden todos los españoles».
Ha recordado asimismo que la Carta Magna, a la que ha querido hacer un «modesto homenaje», fue aprobada por «una gran mayoría de los españoles» y consiguió poner de acuerdo, tras una «etapa muy complicada», a quienes habían colaborado con el régimen anterior y a sus opositores.
«Se apostó claramente por la concordia, el diálogo y la tolerancia», y se decidió «dejar de mirar al pasado» y hacerlo hacia el futuro.
En estos momentos, ha insistido, la Constitución «goza de una salud muy buena» y bajo su mandato se han vivido muchos años. «Y espero que sigamos haciéndolo en el futuro».