Los talibanes negaron este lunes que la embajada española fuese el objetivo del ataque lanzado el viernes contra una vivienda anexa a la misión diplomática en Kabul y aseguraron que atacaron el edificio porque era utilizado «por americanos y británicos» para intercambiar información de inteligencia.
«España es uno de los países invasores y sus soldados están luchando en nuestro país, por lo que están entre los objetivos. Pero particularmente este ataque no estaba planeado ni fue perpetrado contra la embajada española o sus diplomáticos», aseguró a Efe el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
Agregó que «si ahora los españoles están conectando la casa de huéspedes con su embajada es cosa suya», e insistió en que su formación atacó el edificio «bajo el nombre de una casa de huéspedes utilizada por espías de varios países invasores».
Según el portavoz talibán, los «espías» extranjeros usaban la casa, situada «al lado» de la embajada española, para hacer «planes».
El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, recordó este lunes que los insurgentes reivindicaron que el objetivo de su acción era la casa de huéspedes, situada al lado de la embajada en Kabul, y que también las autoridades afganas «se han referido en todo momento» a un ataque contra esta casa de invitados.
En un mensaje en la red social Twitter para reivindicar la autoría de la acción, Mujahid explicó el pasado viernes poco después de que comenzara el ataque que varios atacantes suicidas habían penetrado en «una casa de huéspedes de los extranjeros invasores».
El portavoz del Ministerio de Interior afgano, Sediq Sediqqi, confirmó que la casa atacada «pertenece» a la embajada española, al igual que el jefe del Departamento de Investigación Criminal de la Policía de Kabul, Faraidoon Obaidi.
En el edificio que fue «directamente» asaltado residían los «guardias» de la misión diplomática, confirmó Obaidi, al aclarar que las «partes de la embajada donde se hospedaban el embajador, su número dos y los diplomáticos no fueron atacadas».
El ataque comenzó en la tarde del pasado 11 de diciembre con la explosión de un coche bomba, a la que siguió un asalto y un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, que se prolongó hasta primera hora de la mañana siguiente.
Al menos dos policías españoles, cuatro agentes afganos, dos civiles y los cuatro atacantes perecieron en la acción.
Un avión procedente de España tiene previsto llegar esta madrugada hora local a Kabul para repatriar los cuerpos de las víctimas españolas y trasladar al nuevo destacamento policial que sustituirá al actual.