El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dicho este martes sentirse «fuerte» para intentar «formar un gobierno progresista» en el momento en el que el candidato del PP, Mariano Rajoy, «fracase en su investidura».
Sánchez ha protagonizado un acto político en San Sebastián, ciudad a la que ha sido invitado para vivir sus fiestas patronales, en el que ha insistido en su pretensión de recabar apoyos suficientes para conformar un gobierno alternativo al del PP.
«Que no os quepa duda: voy a ser fiel a nuestros compromisos, leal a nuestros votantes y consecuente con lo que hemos venido diciendo durante estos últimos cuatro años», ha expresado el líder socialista ante un auditorio abarrotado de militantes que lo han recibido al grito de «presidente, presidente».
El secretario general del PSOE ha estado arropado por la líder del PSE-EE Idoia Mendia, una de sus más firmes apoyos desde que accedió a la dirección del partido, y por el dirigente guipuzcoano Iñaki Arriola.
Sánchez, que en todo momento se ha mostrado firme en su intención de intentar constituir un gobierno de «progreso», ha explicado que para ello su partido no tiene «líneas rojas» ni ha establecido ningún «cordón sanitario contra nadie», sino que apuesta por «tender puentes» a través del diálogo.
Ha criticado al PP por su incapacidad de llegar a acuerdos que faciliten la investidura de Rajoy, que ha achacado a la actitud de esta formación durante la última legislatura, la cual ahora le está «pasando factura».
El primer cambio de esta nueva etapa que ha definido como «apasionante» ha llegado con la elección de Patxi López como presidente del Congreso de los Diputados, con el que se cierra «una etapa oscura, negra, de absolutismo del PP, que gobernó solo y contra todos».
El líder socialista ha enumerado hasta ocho «grandes transformaciones» que a su juicio debe abordar el ejecutivo que pretende presidir, entre las que destaca la «actualización de la Constitución» para preservar derechos y libertades «recortados por la mayoría absoluta» del PP en la última legislatura y también para «articular la España federal».
«No es normal», ha dicho Sánchez, «que el presidente del Gobierno en funciones no haya hablado con el presidente de Catalunya».
Por este motivo, ha abogado por «tender puentes» y ha manifestado que para España, pero también para Catalunya, «será bueno que haya un cambio al frente de la Moncloa».
Se ha referido también a la regeneración y la transparencia democrática, que su partido espera favorecer a través de un reglamento presentado hoy en el Congreso, en el que se establece que los diputados se dediquen en exclusiva a su labor parlamentaria y cobren un único sueldo.
«Ha habido diputados del PP que han convertido el Congreso en un lugar en el que hacer negocios y cobrar comisiones», ha denunciado el dirigente socialista, quien ha expresado su deseo de que «en el Congreso no vuelva a haber Gómez de la Serna nunca más».
Otra de las «grandes transformaciones» está relacionada con la economía y la lucha contra la desigualdad, que Sánchez pretende abordar mediante una reforma fiscal que obligue a los que más tienen a aportar más.
Derogar la reforma laboral, combatir la precariedad, subir el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros, revitalizar la ley de dependencia y recuperar el pacto educativo y el de las pensiones son otras de las medidas que el secretario general del PSOE se ha comprometido a impulsar, al igual que hizo durante la pasada campaña electoral.
Sánchez ha viajado acompañado de su mujer, quien «de pequeña venía a la tamborrada», para vivir la noche donostiarra más festiva y asistir como invitado mañana al arranque de la tamborrada infantil y al acto de entrega del Tambor de Oro a la escultora Cristina Iglesias.