El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha insistido este lunes en que, a partir de ahora, negociará con el resto de partidos junto al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y ha pedido al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que sea «valiente» y se sume o que, de lo contrario, «no lo bloquee».
Así lo ha señalado el líder de los socialistas en una rueda de prensa en Ferraz, después de la reunión de la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal, en la que ha puesto en el mismo bando al PP y Podemos por no permitir que el PSOE lidere el «Gobierno del cambio», que, a su juicio, los españoles necesitan y formar una «coalición negativa del bloqueo».
Sánchez ha asegurado que nunca va a decir que PP y Podemos son «lo mismo», pero sí ha avisado a Iglesias de que, a día de hoy, «es la tabla de salvación de Rajoy».
Tres días después de fracasar en su intento de ser investido en el Congreso de los Diputados, Sánchez ha defendido que ahora se abren dos meses para negociar un gobierno que «termine con cuatro años muy regresivos» en materia de igualdad, de corrupción y de convivencia en España.
Así, ha explicado que seguirá tratando de sumar apoyos al acuerdo que ya ha alcanzado con Rivera y ha insistido, pese al rechazo de los partidos de izquierdas, que a partir de ahora las negociaciones las hará «conjuntamente» con Ciudadanos. Según ha dicho, ya se verá si se implicarán los dos dirigentes políticos personalmente o lo harán sus equipos de negociación.
Y, según ha dicho, está dispuesto a hablar con todos los partidos y ha pedido al PP y a Podemos que abandonen «líneas rojas y vetos». Eso sí, ha subrayado que quiere hablar de políticas y no de sillones y, en el caso del PP, ha defendido que pueden abordar asuntos relativos al Gobierno en funciones, pero no del futuro gobierno, porque tiene que ser de cambio.
Sánchez ha recalcado que su hoja de ruta es la que marcan la resolución del Comité Federal del pasado 28 de diciembre -que rechaza hablar con independentistas y niega el apoyo a Rajoy o a cualquier otro candidatod el PP- y el resultado de la consulta del pasado 27 de febrero, en la que la militancia socialista «masivamente» el acuerdo con Ciudadanos.
El pacto con Ciudadanos se puede «enriquecer»
Por eso, ha dicho, a partir de ahora negociarán con la base de ese pacto, que, eso sí, ha afirmado, está «abierto» a otros partidos y se puede «enriquecer» a través del diálogo. A su juicio, esta es «la única solución» para España.
Además, ha rechazado la pretensión del portavo de IU, Alberto Garón, de reeditar la mesa de negociación a cuatro, es decir, sin Ciudadanos, y ha insistido en que a partir de ahora el PSOE hablará con el resto de partidos junto a Ciudadanos.
En este punto, se ha dirigido al PP y a Podemos para que faciliten el cambio, aunque se ha dirigido en particular al partido morado. «Le digo, no tanto a Rajoy, pero sí a Iglesias, que o bien participe del cambio o que deje hacer el cambio a aquellos que queremos que España tenga gobierno», ha dicho.
Y ha insistido en su llamamiento al líder de Podemos, para decirle que «sea valiente y dé un paso al frente, y diga sí al cambio» y que «si no es valiente y no tiene ese coraje», que deje liderar ese cambio a los que ya ha negociado y llegado a acuerdos. «Que no lo bloquee», ha remachado.
A ambos, les ha recalcado que tiene ya detrás a 131 diputados -sus 90, más los 40 de Ciudadanos y la diputada de Coalición Canaria- y les ha animado a hablar de lo que necesitan los españoles.
Y les ha reprochado que pretendan convocarle a reuniones, cuando es él quien aglutina una minoría mayor. Porque, ha recalcado, el PP de Rajoy «está aislado, solo, en el Parlamento», porque «no suma» ni un diputado más de los 123 que obtuvo el 20 de diciembre. «Nadie más», ha remachado, después de lamentar que el jefe del Ejecutivo en funciones «no ha entendido nada».
Además, ha vuelto a avisar a Iglesias de que, al no apoyar su gobierno del cambio, se ha «aliado al PP para mantener a Rajoy» en la Presidencia del Gobierno y ha «traicionado» a sus votantes.
También ha reiterado que en el Congreso no hay una mayoría de izquierdas y hace falta que el cambio sea «transversal» y ha defendido que ese tiene que ser el Gobierno. Así, cuando se le ha preguntado si aceptaría un Ejecutivo de coalición con Podemos, ha recalcado que ni siquiera entra a valorar esa «vicepresidencia plenipotenciaria» que pide Iglesias, porque un gobierno sólo con la izquierda, por mucho que le gustaría, no es posible.
Eso sí, le ha lanzado un dardo a Iglesis al apuntar que sólo ha hablado de «controlar el CNI», pero no de «emergencia social». Y ha recalcado que desde el primer momento le tendió la mano y sólo ha recibido «descalificaciones» contra él y su partido y rechazo a sentarse a la mesa para negociar.
De hecho, ha apuntado que la «gran sorpresa» que se ha llevado después de las elecciones generales ha sido su entendimiento con Rivera, porque pensaba que «por afinidad ideológia» se iba a «entender mejor con Iglesias». «No entiendo a qué tanto rencor y odio», ha remachado.
Por otra parte, Sánchez no ha querido apuntar qué pasaría si Rajoy deja de liderar el PP y si esto facilitaría un acuerdo con el PSOE, ya que, ha apuntado, no valora «hipótesis».
Además, y por lo que se refiere al calendario interno de su partido y cómo le afectarían unas elecciones, ha subrayado que el PSOE no trabaja para volver a las urnas, sino para que «haya un gobierno cuanto antes» y, por eso, no ha dedicado «ni un segundo» de su tiempo a esto.