El Gobierno vasco ha iniciado este viernes gestiones para mostrar su «profundo malestar» por la inclusión de la ikurriña en la lista de «banderas especialmente prohibidas» por las normas internas de Eurovisión, que este año se celebra en Suecia, junto a otras enseñas como, por ejemplo, la del Ejército Islámico.
Acción Exterior del ejecutivo autonómico vasco pedirá a la embajada de Suecia la subsanación del error, ha informado el Gobierno Vasco en un comunicado.
Asimismo contactará con RTVE, miembro de Eurovisión, y solicitará la inmediata retirada de la ikurriña de la lista de banderas vetadas.
La eurodiputada del PNV en el Parlamento Europeo, Izaskun Bilbao, ha enviado una carta al comisario de Cultura, Tibor Navracsics, en la que le informa de que la bandera oficial de la Comunidad Autónoma Vasca ha sido incorporada en un listado de «banderas especialmente prohibidas» en Eurovisión.
Bilbao pide al comisario que explique a los organizadores del festival qué es una ikurriña y que anime a corregir «un boicot» que considera «impropio de la historia democrática» del país escandinavo además de «una ofensa para la ciudadanía vasca».
La carta ha sido remitida también al embajador de la delegación permanente de Suecia ante las instituciones europeas y a los 20 eurodiputados suecos.
La eurodiputada considera que esta decisión «va contra los valores de la Unión Europea y su lema 'unidos en la diversidad' y espera que el comisario de Cultura y los eurodiputados suecos «ayuden a corregir esta desagradable decisión».
En su misiva recuerda a Navracsics que la bandera vasca es la enseña «legal» que «representa una de las nacionalidades más antiguas de Europa construida hoy en comunidad autónoma del Estado español.
Bandera oficial
El artículo 5 de Estatuto de Gernika, recuerda Bilbao, señala que la ikurriña es la «bandera oficial» de Euskadi desde que en 1978 se aprobó esta ley orgánica de un Estado miembro de la Unión Europea.
La eurodiputada considera que incorporar la ikurriña a una lista de símbolos prohibidos y compararla con la del Ejército Islámico es un «error impropio del nivel cultural y la historia democrática de Suecia, además de una ofensa para la ciudadanía vasca».
Asimismo califica de «antieuropeo plantear este tipo de prohibiciones» que a su juicio «no contribuyen ni a alentar la convivencia, ni a difundir valores básicos para la paz y la estabilidad como el respeto a la diversidad» y a las comunidades, lenguas y culturas que, «por azares de la historia no configuran hoy Estados».
Por estas razones solicita al comisario que se dirija a los organizadores del festival y a las autoridades suecas, para pedirles una rectificación formal de la decisión y les explique el carácter «legal y democrático» que tiene el estatuto e Gernika y los símbolos que de él emanan.
Exige asimismo que transmita a los organizadores de Eurovisión que su decisión, que califica de «basada en el desconocimiento, arbitraria y ajena a la cultura democrática» es una «ofensa para la ciudadanía vasca y para la resistencia cívica que trabajó frente a una de las dictaduras más largas y sanguinarias de Europa».