La exalcaldesa de Valencia y senadora del PP, Rita Barberá, ha jurado este martes su cargo durante la sesión de apertura de la XII Legislatura en la Cámara Alta entre cierto barullo del hemiciclo provocado por murmullos de malestar de la oposición.
Tras acatar la Constitución española, Barberá y el presidente del Senado, Pio García-Escudero, se han abrazado, gesto que se ha repetido a lo largo de la jura o promesa de la Carta Magna de distintos senadores. Pero durante el turno de Barberá, se ha levantado cierto barullo que procedía de bancadas distintas a la del PP.
Algunas voces en el hemiciclo han pronunciado un 'oh' prolongado para expresar su malestar. «Celebramos que las Cámaras se humanicen», ha esgrimido en tono irónico el portavoz y senador de Unidos Podemos, Ramón Espinar, preguntado al respecto.
Barberá ha sido captada por las cámaras de televisión mientras les decía a sus compañeros de bancada que estaba deseando volver a Valencia para meterse en la cama porque no había dormido «nada». Ante el interés mediático que ha despertado, ha comentado: «Ni que fuera la presidenta del Senado».
CONTINÚA COMO SENADORA
Al igual que el resto de parlamentarios que forman parte de las Cortes Generales, Barberá ha adquirido este martes su condición plena como senadora, un puesto que también ostentó la pasada legislatura en medio de mucha polémica.
La parlamentaria está pendiente de que el Tribunal Supremo decida si abre causa contra ella por el presunto blanqueo en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, en el marco de la denominada 'Operación Taula' derivada del caso Imelsa.
Barberá, que es senadora por designación de las Cortes Valencianas y no fue por tanto elegida en las urnas, no ha querido hacer declaraciones a los periodistas a su llegada a la Cámara Alta, como suele ser habitual. «Yo no me escondo», se limitó a decir en una ocasión, tras conocerse que el juez que investiga el caso Imelsa remitiera al Tribunal Supremo la parte de la investigación que afecta a la exalcaldesa por estar aforada ante el alto tribunal.
La condición de aforada no la ha perdido durante los meses en los que la Cámara ha estado disuelta ante la nueva convocatoria electoral, ya que el PP la incluyó como suplente de la Diputación Permanente del Senado, el órgano que da continuidad a la Cámara una vez está disuelta o en los periodos de vacaciones.