La tensión entre la Generalitat y el Gobierno aumenta con cada declaración que surge después del anuncio del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien ha destacado en la jornada del lunes que convocará un referéndum en caso de que sea «factible» en junio o julio de 2017, o bien elecciones constituyentes en Cataluña antes de septiembre.
Por su parte, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, ha replicado al presidente de la Generalitat que el referéndum, ya sea pactado o no, es «ilegal» y que caerá «todo el peso de la ley» sobre quien cometa cualquier irregularidad en este sentido.
«Una consulta pactada no existe en nuestro ordenamiento jurídico. La clave está en la soberanía nacional, que reside en todos los españoles, no sólo en una parte», ha afirmado Catalá, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, después de que Puigdemont hablara durante la Diada de referéndum pactado como solución al problema catalán y que en la jornada del lunes ya haya señalado una posible fecha para el proceso.
Para Catalá, la manifestación de la Diada de ayer demuestra que «el movimiento independentista catalán está muy presente», pero también que en el último año «no ha habido ningún incremento singular» del apoyo ciudadano, que «no parece que esté creciendo».
«RUPTURISTA, ILEGAL y OPORTUNISTA»
Para la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la propuesta es «rupturista, ilegal y oportunista» . A su juicio, Cataluña, igual que el País Vasco, son «mucho más que los políticos independentistas, y proposiciones como ésta lo único que hacen» favorecer la ruptura de una sociedad que, como la vasca, es «muy plural».
Considera que esta propuesta es «oportunista». «Puigdemont tensa la cuerda porque la CUP, la izquierda más radical, le está obligando a adoptar determinadas medidas, para poder mantenerse más allá de la moción de censura o de la cuestión de confianza que él mismo ha planteado», ha manifestado.
Por ello, ha dicho que «la combinación entre oportunismo, el populismo como el de la CUP independentista, y la propuesta de Puigdemont, hacen mucho daño al conjunto de la sociedad catalana y al conjunto de los españoles porque es momento para la estabilidad, para pensar en todos los esfuerzos que ha hecho la gente a lo largo de la crisis, en lo que eso vale, en empleo, en empresa y en bienestar».
LA INDEPENDENCIA NO LLEGARÁ, SEGUN C's
Para la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, el referéndum propuesto por Puigdemont sería «hacer perder otros dos años a los catalanes».
«¿Volver a la casilla de salida? ¿A 2010? Cataluña no se puede permitir esto», se ha preguntado, y ha recordado que las elecciones catalanas ya se interpretaron como plebiscitarias de la independencia y como un referéndum pese a no conseguir mayoría de votos, ha dicho.
También ha recordado la celebración de la consulta del 9N de 2014: «*Aquello no era un referéndum sin la ayuda de España?», y ha asegurado que la independencia no llegará.
LAS URNAS SE PONDRÁN EN VERANO, SEGUN EL PRESIDENT
Carles Puigdemont, en una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, ha asegurado que el referéndum es el mejor mecanismo para culminar el proceso y para contar a los favorables y contrarios a la independencia, pero ha insistido en que solo lo hará si es factible una vez cumplida la hoja de ruta en junio o julio del año que viene.
Para el presidente catalán, los referéndum se ganan si se supera el 50% de los votos, dejando claro que no aceptarán las reglas del juego de «una parte que no quiere acordar el referéndum», y que solo se abrirían a convenir otras cifras en caso de que se pactara.
Según Puigdemont, debe ser un referéndum vinculante que cumpla con los «estándares aceptados en el mundo en términos de participación, validación de resultados y todas las garantías» porque solo, si es un mecanismo seguro y veraz, llegará el reconocimiento internacional».
El presidente ya explicó durante la Diada que volverá a pedir al Estado la posibilidad de celebrar un referéndum pactado en Cataluña, lo que no ve incompatible con mantener la hoja de ruta, aunque ha admitido que tiene pocas esperanzas de que la petición prospere.
En cualquier caso, ha remarcado que las urnas se pondrán entre verano y otoño del año que viene, cuando se habrá acabado el trabajo al que se comprometieron en la hoja de ruta porque «debe quedar clara la certeza de la culminación» del proceso independentista.
«La propuesta de acuerdo con el Estado tiene fecha. Si el Estado no acuerda nada, en julio habremos acabado el trabajo», ha explicitado Puigdemont, que cree que lo único unilateral es su rechazo al referéndum.
Sobre la posible inhabilitación de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, por parte del TC, el presidente catalán considera que sería una barbaridad: «Para mí, Forcadell es y será la presidenta del Parlament hasta que el Parlament no la destituya».