La oposición en el Senado ha reprobado este martes en bloque la decisión de Rita Barberá de seguir en la Cámara Alta pese a abandonar el PP, y varios partidos han anunciado ya que tomarán medidas para impulsar la salida de la exalcaldesa valenciana, entre ellas la de pedir su suspensión.
El PP, por su parte, ha recordado que en otras ocasiones de imputaciones o procesamientos a senadores no se reclamó tal suspensión y ha lamentado que los demás partidos se pretendan erigir en «jueces y justicieros» condenando ya a la exalcaldesa, que este martes ha pasado oficialmente al Grupo Mixto de la Cámara Alta.
La Junta de Portavoces y la Mesa del Senado se han reunido este martes por primera vez tras la decisión de Barberá de abandonar el PP pero mantener su escaño y han hablado del daño que supone para la imagen de la Cámara Alta y de la visión que tiene la ciudadanía de esta institución.
La Mesa ha dado curso a la petición que este lunes remitió la senadora de integrarse en el Grupo Mixto, que se reunirá la semana que viene para decidir cuestiones técnicas como la ubicación del escaño de Barberá o su despacho y otras más políticas y económicas, como si se le permite ser portavoz de alguna comisión.
Además, como integrante del Grupo Mixto, Barberá podría ser portavoz de dicho grupo durante un mes por turno, que le tocaría en mayo del año que viene.
Cuestiones todas que tendrá que dirimir el nuevo grupo de Barberá, ya que algunos de sus miembros, como Compromís, ya han advertido de que pedirán un cambio en el funcionamiento del Mixto para evitar que la exalcaldesa tenga responsabilidades en su nombre.
La permanencia en el Senado de la exalcaldesa de Valencia -a la que investiga el Supremo por supuesto blanqueo de capitales en el grupo popular del Ayuntamiento- ha provocado la crítica unánime de toda la oposición.
El socialista Óscar López, que ha anunciado que su partido ha pedido al Supremo personarse en la causa como acusación particular, ha avanzado que su partido estudia ya pedir la suspensión cautelar de Barberá como senadora cuando llegue el suplicatorio del Supremo.
Tras enumerar las diferentes opciones que se barajan para impulsar la salida de Barberá de la Cámara Alta, incluida la que se estudia en Les Corts Valencianes (es senadora por designación de esta Cámara autonómica), López ha insistido en que ha de ser el líder del PP, Mariano Rajoy, quien «públicamente» exija a la exalcaldesa que deje el escaño.
«No vale (decir) que no tiene autoridad sobre ella; al menos que lo intente, sería un buen mensaje», ha dicho sobre Rajoy el portavoz socialista, quien también ha anunciado que su grupo va a registrar una moción para suprimir aforamientos, con la que espera que «el PP se moje».
Y mientras López ha insistido en que el PSOE está haciendo «cuanto está en su mano» para que Barberá deje de ser senadora, otros partidos como Podemos buscan otras fórmulas, como la de pedir la suspensión de su salario si sigue ausentándose de forma reiterada de las reuniones parlamentarias, una posibilidad que contempla el reglamento.
La portavoz de Podemos en el Senado, Maribel Mora, se ha preguntado «a qué se dedica» Barberá que no acude a su lugar de trabajo, una actitud «vergonzosa» que es «causa de despido» en cualquier empleo.
A su propuesta de suspender el salario de la exalcaldesa si sigue sin aparecer por la Cámara se han sumado otros portavoces.
«Ya que ha decidido mantener su escaño, que empiece a trabajar», ha dicho en este sentido Santiago Vidal, de ERC
Sin embargo, Jokin Bildarratz, del PNV, se ha mostrado más prudente al pedir «rigor» y subrayar que hay que esperar al suplicatorio para tomar decisiones, además de considerar que Barberá debe recibir el mismo trato que otros senadores en circunstancias similares.
El portavoz de turno en el Grupo Mixto, Francisco Alegre (Ciudadanos) ha sido el encargado de anunciar la reunión que tendrá este grupo el martes que viene para decidir varias cuestiones relacionadas con la integración de Barberá como nuevo miembro.
Hasta ahora, el Grupo Mixto lo componían 16 senadores de nueve formaciones políticas distintas .
Entre las cuestiones a decidir está la ubicación del escaño de Barberá o su despacho, aunque también hay otras que tienen más calado político y económico.
El Grupo Mixto acordó el pasado 6 de septiembre sus normas de funcionamiento, que recogen por ejemplo que cada senador sea portavoz de al menos una comisión. Una posibilidad que tendrá que estudiarse en el caso de Barberá, porque hay partidos como Compromís que ya han advertido de que rechazarán darle tal responsabilidad.
Si fuese portavoz de comisión, Barberá sumaría, al sueldo bruto como senadora -2.813,91 euros- un complemento de 1.046,47 euros. En el caso de portavoz del grupo, cobraría un extra de 2.253,85 euros el mes que ejerciera ese puesto.
También está por concretar la parte de subvención que le corresponde dentro del Grupo Mixto.
En la asignación de esta legislatura, con el Mixto formado por 16 diputados, este grupo tiene una subvención de 36.061,55 euros al mes -con un ratio de 2.253,85 euros por senador-, cantidades que ahora cambiarán con la integración de un nuevo miembro.