La Junta de Extremadura que preside el socialista Guillermo Fernández Vara ha puesto en marcha el Plan Renove de Mobiliario de Hogar de Extremadura por el que se concederán ayudas de hasta 200 euros por mueble que se compre en la región, y hasta un máximo de 1.000 euros por comprador en cada convocatoria. El plan entró ayer en vigor.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura celebrado el pasado míercoles aprobó el decreto por el que se establecen las bases reguladoras de este plan renove que busca «incentivar el consumo, estimular el comercio y propiciar la actividad económica del sector de la fabricación de mueble».
La portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, explicó que el decreto aprobado es «totalmente novedoso» y calculó que en cada convocatoria podrán financiarse unas 5.000 actuaciones, «con una ayuda media de 150 euros por actuaciones».
Este decreto contempla un sistema de ayudas dirigidas al consumidor final, que supondrá un descuento del 25 por ciento del valor de cada mueble que se adquiera en un establecimiento comercial ubicado en Extremadura y que esté adherido al plan, con una cuantía máxima de 200 euros por mueble y de 1.000 euros por comprador en cada convocatoria.
La Junta de Extremadura destinará 750.000 euros anuales a estas ayudas, para el que se publicarán tres convocatorias, de 2016 a 2019, dijo Isabel Gil.
Destrucción de empresas
Las ayudas que se ponen en marcha debido a que «en los últimos años se ha producido una destrucción de empresas del sector», que ha estado «provocada por la desaparición de empresas destinadas a distintos subsectores del mueble».
El gasto medio por hogar a la compra de muebles y este tipo de artículos «se ha reducido prácticamente a la mitad» entre 2007 y 2015, en concreto un 51 % en Extremadura, una «fuerte caída del consumo» que «ha afectado tanto a la fabricación de muebles, como a la comercialización».
De acuerdo con el decreto, tendrán la consideración de muebles para el equipamiento del hogar los de dormitorio, incluidos los armarios, los de salón-comedor, cocinas, muebles de baño, sofás, recibidores y muebles auxiliares en general. Respecto a los de cocina, se contabilizarán como un único mueble.
Por otra parte, quedan excluidos los de jardín, los artículos decorativos, espejos, equipamiento textil, colchones y los artículos de iluminación, además de los muebles en kit, es decir, aquellos que se comercializan desmontados y donde el montaje es por cuenta del comprador o se facilita por el vendedor como un servicio accesorio o adicional.