Oleguer Pujol, el hijo pequeño del expresidente catalán, admitirá este jueves en su declaración en la Audiencia Nacional que cobró varios millones de euros en negro por intermediar en una operación de compraventa de oficinas del Banco Santander, pero añadirá que ya ha regularizado el dinero con Hacienda.
Según han informado fuentes jurídicas, la defensa del benjamín de los Pujol por un delito de blanqueo se centrará en que el dinero que cobró por intermediar en la operación celebrada en 2007 (unos 2,5 millones de euros) lo ocultó en su momento mediante una estructura societaria internacional, pero que luego hizo dos regularizaciones fiscales, una de ellas en 2012, y está así al tanto con Hacienda.
Su declaración se producirá después de que hayan comparecido, también como imputados de blanqueo, los empresarios Javier de la Rosa (hijo del empresario catalán del mismo nombre) y José María Villalonga padre e hijo, que han desvinculado todos a Pujol de la operación, afirmando que de él no partió la idea de defraudar, sino que fue de su exsocio Luis Iglesias.
Los empresarios (también estaba citada Gabriela de la Rosa, hermana de Javier, pero no ha contestado a las preguntas del juez) han afirmado que Pujol no intervino en la operación, por la que todos ellos cobraron comisiones de 11,5 millones de euros que luego se repartieron y ocultaron al fisco.