Un estudio coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha constatado que las mujeres que utilizan con frecuencia el teléfono móvil cuando están embarazadas podrían tener más probabilidades de tener un hijo con problemas de conducta, en especial hiperactividad y falta de atención.
Así se desprende de los resultados publicados en la revista 'Environment International', obtenidos a partir de los datos de 83.884 parejas madre-hijo de España, Dinamarca, Corea, Holanda y Noruega.
Los investigadores analizaron el comportamiento de las madres embarazadas y de sus hijos con edades comprendidas entre 5 y 7 años, y observaron que quienes no usaron el teléfono móvil durante el embarazo (el 39% de la muestra) tuvieron hijos con menos problemas generales de conducta, como hiperactividad, falta de atención o dificultades emocionales.
La mayoría eran mujeres que formaban parte de la cohorte danesa, que fueron reclutadas antes para el estudio -entre 1996-2002- un tiempo en el que el móvil se usaba mucho menos que ahora.
El 29 por ciento de las madres usó poco móvil (como mucho una llamada al día), el 27 por ciento tuvo un uso medio (2-3 llamadas al día) y el 5,7 por ciento fueron clasificadas como usuarias con una frecuencia alta (más de cuatro al día).
De todos los niños analizados, el 6,6 por ciento tuvo dificultades generales de conducta, un 8,3 por ciento mostró hiperactividad y falta de atención, y un 12 por ciento presentó problemas emocionales.
Laura Birks, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, ha reconocido que los resultados muestran «una evidencia consistente del riesgo de problemas de hiperactividad y falta de atención por un uso medio y alto del teléfono móvil por parte de las mujeres durante el embarazo».
Además, ha añadido Martine Vrijheid, coordinadora del trabajo, en futuras investigaciones proponen estudiar también «de qué manera afecta al feto la exposición a las radiofrecuencias de los móviles».
Los autores, no obstante, ven posible que las madres con problemas de hiperactividad fueran más propensas a hacer más llamadas telefónicas o que la hiperactividad se heredara por genética.
La investigación, que forma parte del proyecto europeo 'Gerónimo', es la más grande que se ha realizado hasta la fecha para evaluar este tipo de asociaciones.