El fiscal jefe anticorrupción Manuel Moix ha comunicado esta mañana su dimisión al fiscal general del Estado tras haber permanecido solo 87 días en el cargo. Su gestión ha estado marcada por la polémica y los enfrentamientos con otros fiscales por discrepancias en la investigación de algunos asuntos de corrupción como el «caso Lezo».
La publicación de que es dueño del 25 por ciento de una empresa 'offshore' en Panama, heredada de sus padres y la falta de apoyos, ha provocado su salida definitiva de la jefatura de la Fiscalía Anticorrupción.