Las redes sociales han reaccionado con virulencia a una fotografía difundida por la Policía de Murcia que muestra a una mujer, supuestamente víctima de violencia machista, escondida dentro del armario de su casa por su agresor.
El caso está siendo investigado después de que «unidades de Seguridad Ciudadana y Motoristas, intervinieran en (caso de) violencia de género donde la mujer es encontrada escondida en un armario bajo unas mantas con lesiones en el rostro», según comunicó el propio cuerpo policial a través de Twitter, una aseveración que, junto a la imagen, ha desatado numerosas reacciones de rechazo a la violencia contra las mujeres.
Según informa Efe, agentes de la Policía Local de Murcia detuvieron al hombre como supuesto autor de la agresión a su esposa, a la que escondió dentro de un armario de la despensa, siendo testigo de los hechos su hijo de 6 años, ha informó.
Los hechos ocurrieron este lunes, sobre las 16.30 horas, y los agentes acudieron al domicilio tras recibir varias llamadas de vecinos que alertaban de una fuerte discusión.
El detenido, de 29 años y de nacionalidad marroquí, reconoció a los policías la discusión, si bien les negó la entrada a la vivienda con gran resistencia, por lo que finalmente tuvo que ser esposado tras un forcejeo.
El arrestado, bastante agitado, decía a los policías que su mujer se había ido de casa, aunque una vecina aseguraba que permanecía dentro de la vivienda y que había escuchado una riña muy fuerte.
El hijo del matrimonio fue el que relató a los agentes que su padre había pegado a su madre y que ésta se había desmayado, tras lo que el agresor le echó agua por la cabeza para despertarla.
Cuando los policías consiguieron acceder a la vivienda se encontraron todo muy desordenado y a otra persona que, según explicó, vive en una habitación que les alquila el matrimonio y que efectivamente escuchó gritos, pero se negó a dar más detalles.
Finalmente los agentes hallaron a la mujer, de nacionalidad española, escondida y tapada con varias mantas en un armario despensero que se encontraba con la puerta cerrada por fuera, presentando múltiples erosiones y contusiones, así como enrojecimientos muy recientes.
Atemorizada, contó a los agentes que las heridas se las había ocasionado ella misma, pero el testimonio no solo de los vecinos, sino del propio hijo del matrimonio, llevó a la detención del presunto agresor y su traslado a la Comisaría de Policía para la apertura del correspondiente atestado por un caso de violencia de género.
La mujer se encuentra bien y fue atendida por el equipo de protección y atención a la familia (EPAF).