El Gobierno permitirá un aforo del 30 por ciento en los lugares de culto en la fase 1 de la desescalada, en la que entrarán a partir del 11 de mayo aquellas provincias peninsulares que cumplan con los requisitos establecidos por el Ejecutivo. Este aforo aumentará al 50 por ciento en la fase 2 de la desescalada, que en aquellas provincias que vayan más rápido arrancaría como pronto el 25 de mayo en la Península.
El Gobierno ha adelantado las fechas de las fases de desescalada para algunas islas de Canarias y Baleares. Así lo ha puesto de manifiesto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha detallado las cuatro fases de desescalada (de 0 a 3), la primera de las cuáles arranca el 4 de mayo.
«Los lugares de culto podrán abrir limitando su aforo a un tercio», ha explicado Sánchez.
El Real Decreto de 14 de marzo por el que se declara el Estado de Alarma, no estableció el cierre de los lugares de culto sino que limitaba la asistencia a los mismos condicionándola a las medidas organizativas que se tomaran, como garantizar que se cumplía la distancia de seguridad de al menos un metro entre los fieles.
Según el artículo 11 de dicho Decreto, la asistencia a los lugares de culto «se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro».
De acuerdo con esta norma, muchas iglesias han permanecido abiertas durante el confinamiento «como signo de esperanza», según dijeron los obispos, aunque en la mayoría no se han celebrado misas con público, sino que se han retransmitido por Internet. Precisamente, los obispos dispensaron a los fieles de ir a misa el domingo, invitándoles a «quedarse en casa».
Si bien, también se han producido en estas últimas semanas algunos incidentes en iglesias cuando estaban celebrando misa, como fue el caso de la Catedral de Granada, donde la Policía desalojó a una veintena de personas el pasado Viernes Santo.
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) calificó en aquel momento de «desmedida» la actuación policial en los templos, sobre todo, cuando estaba empezada la misa, y aludió a la «confusión» que existía con respecto a lo que se puede o no hacer porque, aunque el artículo 11 del Real Decreto permite el culto, anteriormente, el artículo 7 «no reconoce explícitamente la asistencia al templo como un motivo para salir de casa».
Mientras tanto, en Italia, la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) ha afeado al presidente, Giuseppe Conte, que con las medidas previstas en la fase dos de la desescalada del confinamiento se impide la «libertad de culto» ya que siguen prohibidas por el momento la celebración de eucaristías si bien están permitidos los funerales con presencia de no más de 15 personas. El Ejecutivo italiano señaló posteriormente que estudiará un protocolo para que lo fieles pueden acudir a los lugares de culto.