Portugal, uno de los destinos donde se especula que podría estar el rey Juan Carlos tras su marcha de España, guarda silencio a nivel oficial y las autoridades insisten en que no se sabe nada sobre la situación del monarca emérito, un misterio sin pistas sólidas.
La elucubración se mantiene ante el misterio del paradero de don Juan Carlos 48 horas después de anunciar su salida de España, con informaciones de algunos medios que apuntaban a Portugal como probable destino.
Lo único que parece seguro es que en la noche del pasado domingo, el rey emérito estuvo con amigos y compañeros de regatas en Sanxenxo. A primera hora de la mañana, don Juan Carlos dejó esta localidad de Pontevedra que se convirtió en su refugio inesperado en los últimos tiempos para trasladarse hacia el aeropuerto internacional de Oporto, donde pudo viajar a la República Dominicana.
Don Juan Carlos conoce bien la República Dominicana, tanto por las veces que lo visitó oficialmente como por las que viajó de forma privada. De hecho, su capital, Santo Domingo, fue testigo en junio de 1976 del primer viaje al extranjero que protagonizó con la reina Sofía tras ser proclamado rey.
Amistad
En el país latinoamericano es donde reside el empresario de origen cubano José Fanjul, propietario del complejo hotelero Casa de Campo, en La Romana, con el que mantiene una estrecha amistad desde hace varias décadas y le abrió las puertas de su villa de lujo ante el Caribe para que se cobije el tiempo que desee.
Don Juan Carlos ya se habría alojado en varias ocasiones en este enclave turístico, donde incluso hay una calle a su nombre, y podría ser, según algunos medios, su refugio tras salir de España por la controversia suscitada por sus presuntos negocios ocultos en Suiza.
Consciente de la difícil situación en la que se encuentra el rey emérito, Fanjul habló con él varias veces en los últimos días, aunque asegura «no tener conocimiento de sus planes».
Casa de Campo, situada a 6.600 kilómetros de distancia del Palacio de la Zarzuela, es uno de los complejos más exclusivos del Caribe, y sus mansiones tienen garantizada la intimidad al ser inaccesible para quienes no residan en ella.
La amistad del empresario con don Juan Carlos se remonta a la década de los 80, aunque la relación entre sus familias viene de antes, al haber cierto parentesco, puesto que su tía abuela se casó con Alfonso de Borbón, tío del rey.
Calma
Pese a todo ello, una calma total rodea la villa de lujo. La presencia de unos pocos periodistas dominicanos, españoles y de agencias internacionales era lo único que alteraba la normalidad en los principales accesos a la urbanización.
En el acceso principal, ubicado en la carretera que une Santo Domingo y Punta Cana, entraban y salían empleados del complejo en moto, mientras que en la puerta secundaria, cerca del aeropuerto de La Romana, había un mayor trasiego de vehículos.
Los responsables de la urbanización negaron el acceso de la prensa al recinto para no crear expectativas sobre la presencia del exrey, de la que, según puntualizan, no tienen información. El Gobierno dominicano dijo que no tiene información oficial, mientras que la Dirección General de Migración negó tener registros de la entrada del padre del rey Felipe VI en el país. La última vez que don Juan Carlos selló su pasaporte en la República Dominicana fue durante un viaje privado que realizó entre el 28 de febrero y el 3 de marzo pasados, según la DGM.