El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quiere cerrar pronto los congresos regionales que hay pendientes para tener el partido a punto ante el ciclo electoral que se avecina y que arrancará este mismo año con las elecciones andaluzas, que serán su primera prueba de fuego como nuevo líder del partido. Pese a que el descontento social que hay en la calle con la inflación y la escalada de precios de la energía aleja la posibilidad de que Pedro Sánchez adelante las generales, en la nueva dirección del PP no descartan del todo esa posibilidad porque, según argumentan, suele hacer lo contrario de lo que dice y actuará en función de sus intereses y datos demoscópicos. «Si dice que no va haber elecciones, puede ser que sí», asegura una persona del equipo de Feijóo que evidencia así que en la cúpula del partido no dan credibilidad a las declaraciones solemnes del jefe del Ejecutivo subrayando que va a agotar la legislatura.
El líder del PP quiere cerrar pronto los congresos regionales para empezar a preparar cuanto antes candidaturas «competitivas» para las elecciones autonómicas y municipales de 2023, una cita que considera crucial porque aumentar el poder territorial le ayudará en su carrera hacia el Palacio de la Moncloa. Con ese objetivo, Feijóo ha encargado un informe al coordinador general del partido, Elías Bendodo, y al vicesecretario de Organización Territorial, Miguel Tellado, para celebrar de forma «muy rápida» la decena de congresos regionales pendientes (Extremadura, Madrid, Asturias, Cantabria, Murcia, Navarra, La Rioja Cataluña y País Vasco).
Entre ellos está el de Madrid, un cónclave en el que tomará las riendas del partido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que lleva reclamando desde finales de 2021 poner fecha a esta cita congresual y se enfrentó al PP de Pablo Casado por esta cuestión. Feijóo ve «lógico» que Ayuso, que es presidenta autonómica, lidere el PP regional de Madrid, que Mariano Rajoy dejó en manos del veterano Pío García Escudero tras la dimisión en abril de 2018 de la entonces presidenta de la comunidad, Cristina Cifuentes, tras el escándalo por el robo de cremas en un híper y la polémica en torno a su máster. «Si el congreso del PP de Madrid lo podemos hacer en mayo, mucho mejor que en junio», dijo hace un par de días el presidente de los 'populares', que además se mostró convencido de que Ayuso va a «ganar de calle» y con «contundencia» ese cónclave.
Las elecciones andaluzas serán la primera prueba de fuego para Feijóo. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha abierto la puerta a que estas elecciones autonómicas puedan celebrarse en junio para aprobar nuevo presupuesto en respuesta al escenario económico. La nueva cúpula del PP va a poner toda la carne en el asador para que Moreno siga sentado en el Palacio de San Telmo y con ese objetivo Feijóo ha reforzado el poder andaluz en su Ejecutiva, con la entrada de dos personas de la confianza del presidente de la Junta: el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, y el consejero de Economía, Juan Bravo. «El PP de España se pone en modo andaluz ya», proclamó Bendodo en Sevilla, nada más ser designado nuevo coordinador general del PP, un puesto al que se dedicará con exclusividad si logra que Moreno repita como presidente de Andalucía.
Feijóo se volcará en los próximos meses en visualizar ante los ciudadanos que el PP es la «única alternativa» a Pedro Sánchez y que hay «otra forma de gobernar», como han repetido esta semana varios miembros de su equipo. Por lo pronto, quiere que cale entre la ciudadanía el mensaje de que es necesaria otra política económica porque el PP no quiere «llevar al país a la ruina». Con esa idea ha empezado a atacar a Pedro Sánchez, defendiendo además una bajada inmediata de impuestos para afrontar la inflación. Todas estas propuestas económicas las materializará en iniciativas concretas para que los ciudadanos vean que el PP es un partido que ofrece «soluciones», según subrayan fuentes del partido, que destacan que a Feijóo le gusta trabajar «con papeles» y así se lo ha hecho llegar a sus colaboradores desde la primera reunión del comité de dirección.