El accidente en Barbate de los agente de la Guardia Civil, Miguel Ángel González, natural de San Fernando (Cádiz), y de David Pérez, de Barcelona, ha consternado a muchas personas en todo el país. Ahora Francisca, la madre de González, ha criticado que la muerte de su hijo se debe a la falta de medios que hay y porque fue montado en un flotador frente a la narcolancha que arrolló a los agentes.
«No hay derecho a que por falta de medios haya pasado esto. A mi hijo lo montaron en un flotador prácticamente contra una narcolancha que le pasó hasta tres veces por el lado, hasta que le pasó por encima y me lo quitó», ha manifestado la madre del agente isleño, que ha pedido «justicia» para su hijo y su compañeros muertos, así como para los otros dos agentes que resultaron gravemente heridos.
La mujer lamenta que a los agentes no se les montara en una lancha del cuerpo y lo hicieran en una zodiac, además de puntualizar que el Gobierno debe reforzar la zona y que hagan lo que sea para que no vuelva a ocurrir.
«No quiero entrar ni en política, ni quiero entrar en nada, solo quiero dar la voz a mi hijo, que me lo han asesinado», manifiesta Francisca, quien pide que «se haga justicia» por lo ocurrido y que quienes han cometido el delito no queden fuera de los cargos judiciales oportunos.
Según cuenta la madre, Miguel Ángel llevaba tres meses en el destino y que «no le han dejado cumplir sus sueños», además de que le han quitado la vida «cumpliendo «su deber y su trabajo».
«Me lo han robado haciendo su trabajo, que era lo que más le gustaba. Quien sea madre se puede imaginar el dolor y la pena tan grande que llevo dentro», concluye y ha calificado a Miguel Ángel de la siguiente manera: »el compañero de sus compañeros, el amigo de sus amigos, el mejor hijo, el mejor padre".